El que mayor peligrosidad ofrecía, dado su magnitud y virulencia, era el de Bande, que comenzó sobre las 15,00 horas entre las localidades de Pazos, Souto y Nogueira, situadas en el límite del municipio con Lobeira. "
Cuatro incendios permanecían activos a las 20,30 horas de ayer en Bande, Chandrexa de Queixa, Entrimo y Sandiás. La provincia registró ayer un fuego más, que se originó sobre las tres de la tarde en Folgoso (Sarreaus) pero quedó controlado cuatro horas más tarde.
El que mayor peligrosidad ofrecía, dado su magnitud y virulencia, era el de Bande, que comenzó sobre las 15,00 horas entre las localidades de Pazos, Souto y Nogueira, situadas en el límite del municipio con Lobeira. "
El alcalde, José Armada, recordaba que el fuego fue intencionado dada la hora y el lugar en que comenzó, cerca de una carretera.
El fuego estaba cerca del pueblo de Pazos y al lugar acudieron tres helicópteros y cuatro aviones, además de diez brigadas, que impidieron que las llamas se propagasen a las viviendas. "Está ardendo monte, plantacións de pinos e arbolado autóctono", apuntó el regidor.
A 20 kilómetros, en Sandiás, los efectivos antiincendios, dos helicópteros, tres aviones y los efectivos de la Brif de Laza, continuaban luchando contra otro incendio, que se originó en los alrededores del pueblo de Novás, y amenazaba con propagarse a la capilla de San Benito da Uceira.
La ermita no llegó a ser afectada, aunque las llamas quedaron a unos 300 metros del recinto.
Los efectivos de extinción recibían sobre las 20.00 horas el aviso de otro incendio en Chandrexa de Queixa, al que Medio Rural desplazaba dos aviones, mientras el Ministerio de Agricultura envía otros dos de la base de Antela.
CINCO DÍAS ARDIENDO
El de Entrimo ya lleva activo desde las siete de la tarde del pasado martes, tras calcinar 2.800 hectáreas de monte raso y arbolado. Ayer afectaba a la localidad de Olelas, a una zona en la que los efectivos antiincendios no pueden llegar dada las fuertes pendientes y barrancos que ofrece el terreno. Los brigadistas lo tiene rodeado y, tras abrir cortafuegos, esperan que las llamas se apaguen ante la falta de maleza y árboles.
