Hace más de una década que no se caza un lobo en Ourense

photo_camera Un ejemplar de lobo en el monte. (JAIRO S. FERIS DELGADO)
El último abatido lo fue hace 13 años, pero las capturas furtivas acaban con unos 180 cada año

El lobo no es una especie amenazada por la caza en Ourense ni en Galicia, y es que los datos muestran que el último ejemplar abatido oficialmente en la provincia fue hace más de una década -13 años- y el último abatido en la comunidad data de 2013. Anualmente fallecen unas decenas de lobos por actividades relacionadas principalmente con su caza furtiva, estimando las muertes anuales sobre los 180 ejemplares.

El último censo de lobo ibérico realizado en Galicia data de hace cinco años, en el que se censaron en Galicia unas 90 manadas, en las que conviven entre 600 y 800 ejemplares, por lo que en Ourense podría haber cerca de 250 lobos. El plan de gestión se aprobó en el 2008 y establecía la elaboración de un recuento poblacional cada dos años. Sin embargo, desde entonces, solo se han hecho dos. Las cifras permiten advertir que la población de lobos en Galicia es estable y que incluso podría estar creciendo. Lo cierto es que  la comunidad es uno de los territorios de la Unión Europea con más densidad de población.

Según el último informe de la Xunta, el lobo está presente en la totalidad de la provincia de Ourense, y en el 94% de toda Galicia. “O lobo practicamente só está ausente nas áreas urbanas das grandes cidades e a periferia das mesmas, así como algunhas áreas costeiras do norte da Coruña, Lugo e Pontevedra”, asegura el informe autonómico.

CRECEN LOS ATAQUES

Las cabezas de ganado muertas por ataques de lobos alcanzan máximos en la década y desde que hay registros. En 2020 murieron en Ourense por el lobo 586 reses, de las cuales dos eran caballos; 311 ovejas; 158 cabras y 115 vacas. Estas muertes se regisraron en 235 avisos por ataques. Esta cifra supera en más de 100 ejemplares la segunda más alta en la provincia, que data del año 2018 con 468 bajas en 266 avisos por lobo.

Estas cifras arrojan que se pierden más de dos cabezas de ganado por ataque de lobo, sin tener en cuenta todas las notificaciones que no se efectúan porque los ganaderos consideran una pérdida de tiempo.

En 2020 se registraron en toda Galicia 9.839 avisos, en los que se notificaron 19.319 muertes. Lugo lidera el número de muertes y de avisos, con 1.000 defunciones en 644 avisos, situando la media de bajas por notificación en 1,5 reses, siendo el vacuno el ganado más afectado. 


Los cazadores confirman el reciente aumento de especímenes


El presidente de la Federación Galega de Caza en Ourense, Antonio García, es claro: “Hai un aumento do número de exemplares de lobo”. Esto lo explica acudiendo al número de ataques a ganado y también a perros de caza. “Cónstanos que hai ataques, tanto a cans domésticos como de caza, porque os cazadores nolo fan chegar”, asegura. También subraya que este crecimiento se ha producido “nos últimos tres ou catro anos”.

Sobre la caza de esta especie en Ourense afirma que “non recordo a última vez que se autorizou unha batida de lobo en Ourense, e abatido será aínda máis aló”. La caza de este animal ya estaba altamente restringida, explica García, y solo se realizaba “se había unha gran demanda por parte dos afectados polos ataques do lobo”.

Desde que se abatiese oficialmente al último lobo en Galicia en 2013, se llevaron a cabo varias acciones autorizadas, con resultado nulo. En el 2019 solo en Lugo se registraron cuatro batidas para capturar cánidos, de las cinco que se aprobaron en toda Galicia.

Pese a las reivindicaciones de los ganaderos, la caza de este animal nunca ha sido la medida de control utilizada, pero, según los cazadores, su ascenso en los últimos años y su reciente protección puede hacer de la caza una solución a situaciones extremas. 

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