La Guardia Civil vigila las 24 horas en el edificio para evitar que entren personas, ante el riesgo de derrumbes

Dos de los siete heridos en el fuego de Carballiño continúan muy graves

Aspecto exterior del portal del edificio Magariños, en donde se originó el incendio. (Foto: SABELA PINAL)
Carballiño recuperaba ayer la tranquilidad tras los dramáticos acontecimientos del mediodía del pasado sábado, en que el incendio en el cuadro eléctrico del edificio Magariños, en la calle Tomás María Mosquera, causó graves heridas a siete personas, una de ellas un niño de cuatro años, que todavía permanecen ingresadas en diversos centros hospitalarios. El menor se encuentra estable dentro de la gravedad, 'non ten afectados órganos vitales polo que non se teme pola súa vida', señalaron fuentes próximas a la familia.
En cuanto a los dos agentes de la Policía Local ingresados en el CHUO, 'están bien, con algunas quemaduras y oxígeno, pero evolucionando de forma favorable', tal y como indicaron las autoridades municipales que realizaron una visita para comprobar su salud, y que a lo largo de la jornada de ayer ampliaron hasta Povisa, en donde está el exconcejal Edelmiro Mateo, su esposa y la madre y abuela del niño herido, que continúan en estado grave.

La Guardia Civil mantiene la vigilancia del edificio las 24 horas del día para impedir que nadie acceda a su interior por el riesgo que existe de derrumbes. Fue necesario el informe de un aparejador, por encargo del Concello, para que la juez autorizara a las familias desalojadas entrar en sus viviendas para recoger medicinas o tarjetas de crédito, entre otros cosas imprescindibles, y siempre acompañadas de la Guardia Civil, que los condujo con una linterna a través de los escombros. A partir de ahí, el edificio está precintado y pendiente de que el arquitecto municipal realice hoy una inspección con vistas a la redacción de un informe que indique las obras que hay que ejecutar para garantizar su habitabilidad.


LOS GASES

El responsable de Protección Civil de Carballiño, Juan Míguez, aseguró que fueron los gases provocados por la combustión los que causaron las quemaduras en las personas que abandonaron sus viviendas y que quedaron atrapadas en el entresuelo. Dos de ellas fueron evacuadas por una escalera exterior colocada sobre la fachada del edificio, las siete restantes, que permanecen ingresadas, fueron rescatadas por los equipos de emergencia de Protección Civil, que también localizó a la pareja de agentes de la Policía Local en la cuarta planta y a punto de perder el conocimiento por causa del denso humo. Ellos fueron los primeros en alertar a los vecinos del fuego que se estaba propagando en el portal.

El rescate obligó a derribar las puertas de las 28 viviendas para comprobar si quedaban personas en su interior y también a romper los cristales del patio de luces para que saliera el humo.

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