Un sector de los profesionales ourensanos muestra sus dudas sobre las bondades de la norma

La hostelería, dividida ante el veto a las aceiteras rellenables

Un típico juego de aceitera, vinagrera y salero, en un establecimiento hostelero de la provincia.
La nueva normativa del Gobierno presidido por Mariano Rajoy y aprobada el pasado 15 de noviembre, que prohíbe las aceiteras rellenables en los establecimientos hosteleros tiene dividido al sector en la provincia.
Mientras el presidente de la Federación provincial de hostelería, Ovidio Fernández Ojea, destaca las bondades de la nueva ley 'porque asegura a los clientes la calidad del producto', Javier Outomuro, portavoz de la Unión de Hosteleros de Ourense, avisa que 'la desaparición de las aceiteras rellenables se traducirá en un encarecimiento de los menús para nuestros clientes', una valoración en la que coincide con Alberto Sequeiros, que dirige el restaurante O Muiñeiro, y advierte que 'subirá el coste'. Outomuro explica que 'las fábricas de aceite tendrán que adaptarse a los nuevos formatos y eso se trasladará al coste final'.

No ocurrirá esto con una de las empresas punteras del sector a nivel gallego y radicada en Ourense, Aceites Abril, cuyo presidente, José Manuel Pérez Canal, aplaude la nueva ley. 'Nosotros ya llevamos meses trabajando en la introducción en el mercado de envases monodosis de nuestro aceite', confirma Pérez Canal, que incide en el hecho de que 'es una medida buena para el sector y para el consumidor, porque evita cualquier duda sobre posibles picarescas a la hora de servir el producto en la mesa'.

La división de opiniones que se refleja en estas afirmaciones procedentes de distintos sectores afectados (hosteleros y productores) se vivió previamente en la discusión de la normativa a nivel europeo. 'De hecho, Reino Unido y varios países del norte de Europa se mostraron en contra, y la aplicación de la medida en Portugal ha tenido varias críticas', señala Outomuro.

Ovidio Fernández, que tomó parte en las reuniones de hosteleros de toda España para estudiar la normativa, reconoce que 'prácticamente me quedé solo defendiéndola, porque tanto catalanes como andaluces se mostraron en contra'. La ley, sin embargo, fue aprobada y ahora los hosteleros tienen sólo tres meses para liquidar el stock de aceites y aplicar la norma.

Te puede interesar