La conductora, de 19 años, permanece ingresada en la Unidad de Reanimación en estado crítico.
Un pique a velocidad excesiva podría estar detrás del accidente ocurrido en la tarde del lunes en la N-525 a su paso por la ciudad, en el Puente Novísimo. No existe todavía una confirmación oficial, pero fuentes cercanas a la investigación avanzaron que la conductora del coche siniestrado circulaba a gran velocidad, junto con otro vehículo, conducido por otro joven, con el que podría estar protagonizando un pique.
Según pudo saber este periódico, las dos jóvenes que viajaban en el Seat Córdoba que acabó volcado contra la mediana de la vía están todavía hospitalizadas, con pronóstico grave. La copiloto, Alba Campos, de 23 años, permanece estable en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. La que conducía, Noemí Iglesias, una joven de 19 años, permanecía ingresada en la Unidad de Reanimación al cierre de esta edición, en estado crítico, en coma y con múltiples fracturas en todo el cuerpo. Precisamente, fue esta joven la que tuvo que ser excarcelada por los bomberos con una tabla espinal, para garantizar su inmovilidad.
Fuentes policiales confirmaron que la joven circulaba a gran velocidad, sobrepasando el doble de la máxima permitida en este tramo de la vía, 60 kilómetros por hora, en dirección Vigo. Fue tras la salida del paso subterráneo de la rotonda de O Couto cuando la conductora perdió el control del vehículo, en el cambio de rasante, recorriendo más de 100 metros y acabando el coche volcado después de varias vueltas de campana. Otro factor determinante para el esclarecimiento de los hechos es que el asfalto estaba mojado, existiendo la posibilidad de que el coche hicese "aquaplaning" y trompease.
Este periódico pudo corroborar que otro joven conducía su coche por el mismo lugar y a la misma hora, también a gran velocidad, convirtiéndose en testigo de los hechos.
Por su parte, el hombre detenido por la Policía Local en el marco del aparatoso accidente como presunto autor del robo de un coche en Monforte esa misma mañana es Antonio Javier Fernández, Tarzanín, que acumula numerosas detenciones y delitos por robo. El hombre tuvo que ser atendido en el CHUO por dolencias tras el forcejeo con los agentes por su negativa a salir del vehículo.
