TRIBUNALES

El joven que incriminó a tres hombres en un asalto se desdice

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photo_camera Jancarlo Kery, en el juicio, custodiado por los policías, ya que está en prisión provisional.

Tanto él como su madre, testigos de cargo del fiscal, afirman en el juicio que se sintieron presionados

El joven que incriminó a tres hombres en el brutal asalto a un conocido constructor de la ciudad en diciembre de 2013 se autodefinió ayer como un "mentiroso compulsivo" para negar todo lo declarado en dos ocasiones anteriores. Tanto él, que tenía 16 años en el momento de los hechos, como su madre, principales testigos de cargo de la fiscal, aseguraron ayer en el juicio desarrollado en el Penal 1 que se sintieron presionados por la policía para incriminar a los dos inculpados, Fernando Federico Sorga y Jancarlo Kery Martínez, así como a un tercero, Carlos Adonis Martínez López, apodado "el Greñas", oriundo de la República Dominicana y que fue expulsado de España antes de comenzar la instrucción del proceso penal.

El joven J.A.D.L.M. circunscribió a su imaginación todos los detalles del robo (un reloj Certina de oro y 50.000 euros) y la paliza a la víctima cuando accedía a su chalé de As Lagoas. Una invención construida, según dijo, "con las cosas que se escuchaban en la calle" y la presión policial. "La policía me dijo que Jancarlo me estaba implicando a mí y me asusté; declaré así por miedo, bajo presión", aseguró ayer. En esa versión "mentirosa", el testigo confesó a la policía y dos días después ante el juez que conocía todos los detalles porque él también iba a participar en el asalto, pero se quedó dormido. También aseguró que se encargó de guardar en su casa la pistola de fogueo utilizada en el atraco. Tiempo después acudió al juzgado para desmentirlo todo y ayer abundó en lo mismo. La pistola, según la versión de ahora, era suya.

Por su parte, la madre del testigo no abandonó el guión de la coacción policial. Y desmintió la primera versión: que "Greñas' le había confesado la participación de los tres en el atraco". M.D.LC.M. sostuvo que mintió porque en ese momento tomaba antidepresivos y se puso muy nerviosa. "Las cosas que escuché en la calle no supe interpretarlas bien", aseguró la progenitora, quien en un momento del interrogatorio se echó a llorar.

La jueza, al término de la declaración de estos dos testigos, preguntó si se sentían coaccionados o amenazados. Pero ambos lo negaron. Al finalizar el juicio, la mujer se enzarzó en un tirón de pelos con un hermano de uno de los acusados.

La policía confirmó que en el registro en casa de Jancarlo Kery encontraron pasamontañas y cartuchos de un arma de fogueo.

La fiscal pide casi ocho años de prisión

La fiscal sustentó su acusación y petición de condena, siete años y medio de prisión, en las versiones del joven y su madre. Y enfatizó el gran conocimiento que tenía el primero del atraco: "Clava el robo", dijo a la hora de presentar sus conclusiones.

Acusa a los dos inculpados de un delito de robo con violencia y uso de instrumento peligroso y un delito de lesiones ya que el constructor, al ser golpeado, sufrió un traumatismo craneoencefálico y cinco fracturas costales. 

En el juicio, se dio lectura a la declaración del constructor, quien no pudo estar presente en el juicio debido a su delicado estado de salud. Según su relato, fue abordado por dos individuos con la cara cubierta, al que después se unió un tercero, cuando se disponía a entrar a su casa sobre las tres de la madrugada del día 1 de diciembre de 2013. Recibió un primer golpe con el arma para aturdirlo y en el interior de la casa recibió puñetazos y patadas.

Por su parte, las letradas de los acusados invocaron la presunción de inocencia y cuestionaron la credibilidad de los testigos de cargo.  La letrada de Jancarlo Kery también se preguntó por qué el menor  figura en el proceso como testigo en vez de como encubridor.

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