Juzgado por tocamientos sexuales a su ex pareja

El acusado, antes del juicio.
Mathius W., de nacionalidad alemana y vecino de Castro Caldelas, fue juzgado ayer por un delito de agresión sexual y otro de maltrato a su ex pareja.
Ambos habían mantenido una relación de nueve años. Tienen dos hijos en común. Los hechos ocurrieron el 24 de junio de 2006, cuando ya se había acabado su relación. Ese día, él acudió a la piscina pública de Castro Caldelas para llevarse a los hijos una semana de vacaciones a Portugal. Éstos quedaron a cargo de una vecina mientras la ex pareja se desplazó en coche hasta la casa de la mujer para 'recoger ropa para los hijos y el libro de familia', señaló el acusado. Cuando ella bajó del domicilio, vio al acusado llorando, y quiso reconfortarlo con 'un abrazo', según la mujer. En ese momento, él la abarcó también con sus brazos, la levantó, y la trasladó a una piscina para niños. 'Yo me resistí físicamente. No sé si lo expresé verbalmente. Pensé que me quería ahogar, pero entonces me di cuenta que me estaba agrediendo sexualmente', dijo en referencia a tocamientos que le habría realizado.


VERSIÓN DEL ACUSADO

La versión del acusado difiere. 'Ella se abrazó a mí y comenzó a besarme. Nos dejamos caer en la piscina, y cuando ella dijo no, nos detuvimos'. Tras los hechos, la ex pareja se subió al coche para regresar a la piscina pública. A mitad de camino, y tras una discusión sobre la pensión que él le pasaba por los hijos, la denunciante le ordenó que se bajase del coche. Lo hizo. Pero cuando había recorrido varios kilómetros, ella decidió dar la vuelta y recogerlo. Pese a todo lo ocurrido, ella permitió que su ex pareja se llevase a los hijos de vacaciones, con el compromiso de estar de vuelta con ellos una semana después. La agresión sexual la denunció hasta el 28 de junio, cuatro días después. 'No lo hice antes porque temía que le hiciese algo a los niños'. Las cosa cambiaron el 26 de junio, cuando recibió un sms del acusado 'en el que me decía hasta nunca'. Al mismo tiempo, un amigo común recibía otro en el que le decía que estaba 'atravesando los Pirineos'. La denunciante aseguró que,'pensé que se iba con los niños para Alemania'.

La fiscal reclamó cuatro años y medio de cárcel para el acusado por los delitos de agresión sexual y maltrato. La acusación particular elevó la petición de pena a 11 años de prisión. La defensa solicitó la libre absolución de su cliente.

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