El corredor Avant entre Ourense, Santiago de Compostela y A Coruña transportó cerca de 1,5 millones de viajeros a lo largo de 2023. Este volumen de clientes representa una subida del 41% respecto al año anterior, con alrededor de 450.000 más. Renfe vuelve a sumar usuarios en su último balance gracias al impulso de los abonos gratuitos. “La prórroga de los abonos para clientes recurrentes en 2023 ha generado, en los trenes de servicio público de Galicia, una demanda muy elevada”, comentan fuentes de la operadora ferroviaria pública.
La extensión de la medida a este año animó el interés de los ourensanos por el uso del ferrocarril. Los títulos gratuitos son una medida que nació como medida anticrisis en 2022, y que se fue prorrogando hasta este 2024, en el que todavía siguen en vigor. Un viajero que antes adquiriese abonos para efectuar 40 viajes al mes entre Ourense y A Coruña ahorra 4.966 euros cada año, tal y como cifraron desde Renfe.
Con el millón y medio de pasajeros registrado durante el año pasado, el corredor Ourense-A Coruña se posiciona como la tercera línea Avant más usada de España. Solo la superan dos conexiones que comunican Madrid con ciudades próximas: Segovia y Valladolid, en un caso, y Toledo.
El crecimiento de usuarios del ferrocarril también se da a nivel gallego. Cada vez más gente se anima a coger el tren. Las frecuencias de servicio público -aquellas que no están liberalizadas, como el AVE o el Alvia- experimentaron un aumento del 43% en el volumen de clientes. Los trenes Avant, Media Distancia y Cercanías Ancho Métrico ganaron 2,1 millones de pasajeros en 2023, por lo que el total de usuarios en este tipo de servicios supera ya los siete millones.
A la cabeza de este aumento está el éxito del Eje Atlántico, la línea que comunica Vigo y A Coruña a través de las zonas más pobladas de la comunidad. La columna vertebral ferroviaria de la costa contabilizó más de 5,3 millones de pasajeros, un 40% más que el año anterior.
La apuesta de los gallegos por el ferrocarril tiene su traducción ambiental. Los trayectos en tren permitieron ahorrar la circulación de 4,6 millones de vehículos y el consumo de más de 460.000 litros de gasolina, según aseguran desde Renfe. Además, se evitó la emisión de unas 1.080 toneladas de dióxido de carbono.
