La Festa dos Maios, una de las citas más esperadas del calendario ourensano, vuelve este domingo a la ciudad y, mientras los días pasan, diferentes colectivos preparan sus esculturas verdes y afinan sus voces.

Los 'maios' celebran la primavera

Los vecinos de Rabo de Galo ultiman su particular romería. (Foto: FOTOS: MIGUEL ÁNGEL)
Faltan todavía unos días, pero como la experiencia es un grado, los participantes en la Festa dos Maios ya tienen casi todo listo para una de las citas más esperadas del calendario de la ciudad, que se celebrará este domingo. Un año más, el musgo se convertirá en arte y la retranca en canción para celebrar que la primavera (esta vez parece que sí) ha llegado para quedarse. No importa que las coplas suenen desafinadas, porque la lluvia no amenaza con confirmar su asistencia, así que los ourensanos ultiman los detalles de sus particulares esculturas verdes.
Es el caso de los vecinos de Rabo de Galo, que suelen proclamarse vencedores edición tras edición. En esta ocasión, participarán con una réplica de una romería popular con crucero, tamborilero y bailarines. Trabajan en la idea 'dende hai algo máis dun mes' turnándose las tareas, según cuenta la presidenta vecinal, Lorinda Fernández. Puesto que los 'maios' no son ajenos a los caprichos meteorológicos, el musgo con el que se elaboran ha tenido que tragarse este año tanta agua como pudo e incluso la que ya no quería. Las consecuencias de la lluvia hacen que el principal elemento sea 'bastante ruín'. Pero eso no supone un impedimento para que, además, Rabo de Galo esté presente también en la categoría 'enxebre' y su pirámide reglamentaria.


AFILANDO EL MILENIO

Más novatos en la materia, aunque con la misma ilusión que los demás, son los miembros del colectivo juvenil Amencer. 'É o segundo ano que participamos porque era das poucas festas nas que non estabamos', cuenta Laura Valcárcel. Desde la categoría artística ahondarán en la tradición más local reproduciendo una rueda de afilador, con la colaboración de los estudiantes de Ebanistería de la escuela Antonio Faílde. Sus compañeros de la Federación Don Bosco, tampoco abandonan la ciudad en su 'maio', aunque más enfocados al progreso tratando de llevar el puente del Milenio hasta las calles del centro.

Otro cantar -nunca mejor dicho- son las coplas, de obligada composición para todos los participantes y que deben presentar en el momento de la inscripción. Mientras Amencer y Don Bosco serán más comedidos cantando la historia de las entidades, Rabo de Galo hará de la retranca su bandera 'e, sen faltar ó respecto, ímonos meter con todos'.

Mientras la cuenta atrás va siendo cada vez más pequeña, nadie quiere que el reloj de los 'maios' le pille desprevenido. Y no es para menos, porque en el Concello les esperan premios y aportaciones a la participación por valor de 11.000 euros.

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