Mandianes: “El Entroido es libertad más que diversión"

photo_camera Grupo de mujeres disfrazadas en el sabado de mulleres en Xinzo de Limia. (XESÚS FARIÑAS)

El antropólogo ourensano destaca que "la contradicción de ahora es que la autoridad lo controla"

Libertad. Esa es la meta que persigue desde siempre la fiesta del Entroido, sea cual sea su origen o su lugar de celebración. Sentirse libre es el fin último de máscaras, disfraces, pelucas o cualquier otro accesorio. Y tal vez por eso de oír hablar de libertad, las dictaduras nunca se mostraron muy amigas de estos festejos y los prohibieron.

El reconocido antropólogo ourensano Manuel Mandianes explica que "en el Entroido más que divertirse lo que la gente buscaba en el fondo era la libertad. Y ser libre en estos días es realizar el sueño de no tener límites, es la ilusión que el hombre vive de desprenderse de la condición humana. Así el hombre se disfraza de mujer o el que está sometido al jefe es el que manda."

Pero los programas oficiales, la inclusión de esta celebración en los calendarios establecidos y las partidas presupuestarias de instituciones han provocado algunas situaciones paradójicas.

"En los últimos tiempos", destaca Mandianes, "aquí surge otro hecho un tanto contradictorio, y es que las carrozas, los desfiles, la fiesta, todo está controlado de alguna manera por las autoridades, y eso es ir prácticamente contra la esencia del carnaval".

Incide el antropólogo que "en esta sociedad tan compleja en la que vivimos, todo está controlado, pero el carnaval, por definición, es que el que está abajo se rebela contra el que está arriba: el monaguillo hace de obispo, las monjas en muchas mascaradas rigen prostíbulos, es el mundo patas arriba. El Entroido es la desestructuración de la sociedad tal y como la vivimos nosotros. Pero ahora el que paga, manda. Una subvención o una ayuda por parte de la autoridad es una contradicción absoluta, el carnaval tiene que ser que cada uno se vista tal y como su imaginación le dicte y que haga lo que quiera. Vemos como en muchas ocasiones se habla de que la autoridad ha permitido, y eso es, en esencia, algo muy alejado del Entroido, que no necesita permisos".

Para Mandianes es una época en la que "se aprovecha para mostrar sueños, deseos que de ninguna manera puedes realizar en otra época del año. Es la curiosidad por probar lo nuevo, lo diferente".

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