En la provincia el saldo negativo entre salidas y entradas laborales bajó de las 7.313 personas en el 2007 a las 2.563 del 2016
Ourense sigue siendo estación de salida para muchos trabajadores, pero menos que al principio de la crisis. También es punto de destino de empleados de otras provincias, más que en los albores de la recesión del 2007. Y los que se van con contrato laboral no lo hacen lejos y los que llegan lo hacen también desde las provincias vecinas. Esa es la radiografía de la movilidad laboral ourensana durante el 2016, según datos oficiales del Ministerio de Empleo.
Durante el pasado ejercicio se firmaron en la provincia 72.748 contratos a otros tantos trabajadores, de los cuales 62.504 eran para residentes en la provincia; 10.244 para empleados que llegaban de otra provincia. Y 12.807 abandonaron Ourense para ir a trabajar fuera. Es decir, el saldo ha sido negativo en 2.563 personas.
Pero la evolución de los últimos años ha sido positiva, aun cuando la creencia era que a mayor crisis, mayor era el número de migraciones laborales. Un ejemplo: a finales del 2007 se habían marchado 16.726 ourensanos a otras provincias y habían entrado 9.413 foráneos, con lo que el saldo negativo fue de 7.313 personas.
El informe oficial del ministerio también revela que la movilidad laboral es de proximidad. Tanto para marcharse como para venir, el resto de las provincias gallegas son las que tienen más tirón, con Madrid como comunidad foránea con más capacidad de atracción. Con algunas provincias incluso el saldo es positivo, caso de Pontevedra, en donde han encontrado empleo 3.485 personas, pero 3.903 han salido de allí para emplearse en Ourense. También tiene tasa positiva León, que ha enviado a 1.121 trabajadores y para allá se han ido 726 el pasado año.
Con el resto de territorios vecinos la tasa es negativa: de A Coruña han entrado 1.806 trabajadores pero se han ido 2.396; procedentes de Lugo se han producido 1.308 altas en Ourense pero se han ido 1.574. Fuera de la comunidad gallega y Castilla y León, Madrid sigue demostrando su vitalidad económica, ya que ha dado empleo a 1.382 ourensanos, si bien 400 personas dejaron la capital de España por un contrato de trabajo en la provincia.
Una preocupante fuga de ourensanos con título superior
Uno de los déficits que evidencia el mercado laboral ourensano es su dificultad para retener a personas con un alto nivel académico. El año pasado fueron contratados 7.325 ourensanos con título universitario que tuvieron oportunidades laborales en la provincia, pero 2.744 se marcharon a otras provincias. Por el contrario, han llegado 1.524 personas, con lo que el saldo negativo afecta a 1.220 personas.
La hostelería y el comercio también exportan empleados
Por lo que respecta a los grupos profesionales, el grueso de contratos se ha centrado en el sector servicios y es ahí donde se anota el saldo negativo más importante. El Ministerio de Empleo certifica 2.039 contratos a personas que han llegado a trabajar a Ourense, pero 3.782 se han ido a otros lugares, con un saldo negativo de 1.743 empleados. El epígrafe al que se adscribieron fue restauración, comercio o atención personal.
La industria y la construcción, los atractivos locales
En cuanto a sectores económicos, el saldo positivo se percibe en la industria y la construcción. El primero de los gremios da una resultante favorable de 508 empleos (1.525 entran y 1.017 salen), mientras que en el segundo el resultado favorable es de 691 contratos (1.471 entran y 780 salen). Por el contrario, el saldo en los gremios de los agricultura y los servicios es negativo en 104 y 3.658 personas, respectivamente. n
