LOTERÍA DE NAVIDAD

“Mira ti onde foi caer o grande"

Manuel González y Pilar Cid han hecho historia como vendedores del primer Gordo que cae en la capital ourensana en 206 años. Su bar, el Cervantes, lleva más de medio siglo saludando a los turistas que suben de As Burgas

"Estabamos vendo a Lotería e cando saliu o Gordo e vimos Ourense pensei 'coa de sitios que vendemos, quen sabe onde caeu...", explica Manuel González, dueño del bar Cervantes. Entonces, una llamada telefónica los sacó de dudas: una pequeña parte del premio más esperado del sorteo de Navidad, dos décimos, se había vendido en su local a través de una máquina de apuestas. Por primera vez en la historia, después de 206 años, la capital ourensana se sumó a la lista de localidades más suertudas. "Os máis pesimistas pensaban que non nos ía tocar nunca na cidade, eu a verdade non pensaba que fose eu o que o vendese, pero a sorte é así de caprichosa", comenta González. "Nin por asomo pensabamos que podíamos ser nós, é unha cousa moi difícil", añade Pilar Cid, dueña del bar. 

"Houbera sido moito mellor que fora unha serie onde todos os nosos clientes participasen, pero como isto é unha zona de paso de turistas, desconfiamos de que eses dous boletos os levou algún viaxeiro", comenta. Los clientes habituales, por su parte, suelen comprar la combinación del local, a la que están abonados desde hace 35 años.  

Los vecinos del Casco Vello no dudaron en pasarse por el Cervantes para felicitar al matrimonio, que lleva 20 años al frente del negocio. Antes de ellos, los padres de González regentaron el local durante más de 40 años. "Esa camiseta tes que gardala e colgala na parede", le comentaba un cliente a los dueños. "De tantos miles de números e mira ti onde foi caer o Gordo", completaba otro. "Hoxe invita a casa", decía González. Encima de la barra, copas de champán para todos durante toda la mañana. Como reza el eslogan de la Lotería: "El mayor premio es compartirlo".

“La gente no quiere comprar décimos en las máquinas, les parece muy raro"

Pese a que los dos boletos premiados con el Gordo se vendieron en el bar Cervantes a través de la máquina de Lotería y Apuestas del Estado, no es un tipo de venta mayoritario en el local. "A la gente le parece muy raro comprarlos así porque no es un décimo tradicional, se parece a una Primitiva", explica Pilar Cid, dueña del bar Cervantes. En el resto de la provincia, los premios también se vendieron a través del nuevo sistema.

Lo más probable es que, sin saberlo, alguno de los dueños "convenciese" a los compradores de lleverase el décimo que ayer los convirtió en millonarios. "El cliente puede escoger un número y yo busco en la máquina si lo tenemos, hay gente que quiere alguna fecha o alguna terminación en especial", comenta Cid. Además, la máquina también permite escoger combinaciones aleatorias. "A ver si a partir de ahora, que tocaron muchos décimos de este tipo, la gente se anima más a este nuevo método", recalca la dueña. Por el momento, están convencidos de que el cartel de la puerta "Aquí se vendió el primer premio" animará a más de uno a pasarse por el local. "Nosotros veníamos a comprar la primitiva al bar, somos de Alicante, y al llegar nos hemos encontrado con que el Gordo cayó aquí", decía ayer un visitante.n

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