La fiesta del patrón de la Policía Nacional incluyó una misa y entrega de condecoraciones. En el acto, no se pasó por alto la situación de tensión que se vive en Cataluña.
La fiesta de los Ángeles Custodios comenzó a las 12,00 horas con una misa en la Catedral. Después, autoridades, vecinos y policías se desplazaron al Liceo, donde se llevó a cabo la entrega de condecoraciones. En el acto estuvieron presentes los altercados y los agentes ourensanos desplazados a Cataluña con motivo de referéndum ilegal. El primero que hizo mención a lo vivido el pasado domingo en la comunidad autónoma catalana fue el obispo, Leonardo Lemos, que recalcó en la homilía que los prelados españoles ya advirtieron en varias ocasiones de la existencia de "personas, grupos e instituciones que entienden que la democracia es su democracia", señaló monseñor.
Después el Subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, felicitó a los agentes agregados a Cataluña por su valor en la defensa de la democracia y el estado de derecho de un país que "es de todos", dijo.
Las condecoraciones por el mérito policial fueron otorgadas a los policías Luis Heido Dacal, Salvador Molina, Eva Rodríguez, Santiago Ferrero, José Antonio Dacal, César Rodríguez, José Fernández, José Ramón Vidal, Genma Blanco, Carlos Jurado, José Carlos Varela, Eduardo Álvarez y Nicolás Gómez. También se entregó una medalla al mérito policial a la jefa de la Policía Local en la ciudad, María Barrera, y al capitán de la Guardia Civil Rodrigo García. Fueron premiados por su servicios y conducta los agentes Segundo Rodríguez, Tomás Álvarez, Carlos Eiró y Santiago Mariscal. La Comisaría concedió galardones por su colaboración a los colegios de Seixalbo y Vistahermosa, además de la Asociación Virxen da O, Bodegas Campante, Afundación, al funcionario de la prisión de Pereiro Serafín Jardón, al agente de incendios, Amador Ferreiro, y a Mario Pérez, por su ayuda en la exhibición del pasado junio en O Couto.
