Un hombre de entre 40 y 50 años falleció ayer al ser arrollado por un tren de media distancia (Ourense-Santiago) en la boca de un túnel a la altura de Parada (Amoeiro). El accidente se produjo minutos después de las tres de la tarde cuando el convoy circulaba en dirección a Santiago con seis pasajeros a bordo. Al parecer, el fallecido irrumpió en la vía, siendo golpeado en la cabeza.
El Servicio 112 movilizó a la Guardia Civil, responsables de seguridad de la estación Ourense-Empalme y una ambulancia, cuyo personal sanitario no pudo hacer nada por salvar la vida del hombre, dada las fuertes lesiones que presentaba en la cabeza y tórax.
La Guardia Civil identificó y tomó declaración al maquinista del convoy, que estuvo retenido en el lugar más de una hora, tras la que continuó el viaje con sus seis pasajeros, según explicaron en Renfe.
El instituto armado abrió una investigación para determinar las causas del atropello y en la noche de ayer intentaban identificar el cuerpo ya que el fallecido no portaba ningún tipo de documentación y tenía el rostro desfigurado a causa del impacto. Al lugar, se desplazó el alcalde de Amoeiro, Rafael Vilariño, que no se atrevió a especificar si el fallecido era un vecino del municipio.
La Guardia Civil mantenía en la tarde de ayer abiertas todas las hipótesis, sin descartar que el fallecido estuviera paseando por la zona y se cayera al ser absorbido por el viento que generó la velocidad del convoy. El fallecido llevaba una libreta en la mano y su cadáver fue traslado al CHUO para realizar la autopsia.
La Guardia Civil identificó y tomó declaración al maquinista del convoy, que estuvo retenido en el lugar más de una hora, tras la que continuó el viaje con sus seis pasajeros, según explicaron en Renfe.
El instituto armado abrió una investigación para determinar las causas del atropello y en la noche de ayer intentaban identificar el cuerpo ya que el fallecido no portaba ningún tipo de documentación y tenía el rostro desfigurado a causa del impacto. Al lugar, se desplazó el alcalde de Amoeiro, Rafael Vilariño, que no se atrevió a especificar si el fallecido era un vecino del municipio.
La Guardia Civil mantenía en la tarde de ayer abiertas todas las hipótesis, sin descartar que el fallecido estuviera paseando por la zona y se cayera al ser absorbido por el viento que generó la velocidad del convoy. El fallecido llevaba una libreta en la mano y su cadáver fue traslado al CHUO para realizar la autopsia.
