Pasó lo que pasó

Nada se puede comparar a Ourense

Ourense. 08/04/2023. Xornada de calor en Ourense na segunda fin de semán de Semana Santa.
Foto: Xesús Fariñas
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El periodista Antonio Nespereira analiza la actualidad de la semana en la provincia de Ourense

En Talavera hay más que cerámica 

Talavera de la Reina tiene algo más de 80.000 habitantes, está en la provincia de Toledo, en la Comunidad de Castilla La Mancha. La conocida como ciudad de la cerámica estrena estos días una actividad muy pintona, la exposición “Talavera Digital Art Show”, un espectáculo considerado de primer nivel y que recrea la historia talaverana a través de espectaculares recursos tecnológicos. Había alegría indisimulada entre la gente que asistió a la inauguración porque la población acababa de ver ratificado un proyecto que puede cambiar el futuro de toda la comarca. El Boletín Oficial de la Comunidad de Castilla La Mancha publicaba esos días la declaración de Proyecto de Singular Interés (PSI) del Campus de Datos de Meta, la multinacional tecnológica más importante del mundo, con una inversión de mil millones de euros y la creación de 800 empleos directos en una primera tanda. Ocupará casi 200 hectáreas de suelo empresarial y supondrá un revulsivo económico para la comarca. Los medios locales, la sociedad y sus instituciones se felicitaron por la consumación de una iniciativa que requirió mucho esfuerzo, unidad y gestiones a todos los niveles en los últimos meses. En Ourense, esos días el personal se enteraba del concierto de Robert Plant en septiembre y que la provincia necesita más plazas en nuevas residencias para mayores de la provincia o de fuera de ella.

Sobre ruedas

El día 4 la Xunta hacía saber que sometía a información pública el proyecto para crear en As Pontes una fábrica de neumáticos en la que la empresa compromete una inversión de 531 millones de euros para producir anualmente 12 millones de ruedas de alto rendimiento para automóviles, con la capacidad de crear 750 empleos directos. El gobierno gallego movilizó sus terminales de comunicación para recordar la buena nueva, que puede resucitar a la comarca coruñesa. Ese mismo día los de Rueda anunciaban nuevos pasos a favor del futuro hidroducto entre Guitiriz y Zamora, en línea con las nuevas necesidades energéticas de mañana mismo. Mientras, en la ciudad de Ourense las organizaciones políticas, comerciales, hosteleras y empresariales en general se felicitaban porque el Concello daba un bono de cien euros dos años después de haberlo prometido y blanqueaban con ello el limosneo municipal.  

Sin prisas

Hace poco más de un mes se confirmaba que la ciudad portuguesa de Viana do Castelo había suspendido con urgencia su plan de urbanismo para encajar una inversión de 150 millones de euros para una fábrica de palas eólicas que ocupará casi 30 hectáreas en la que trabajarán unas 2.000 personas, según los primeros cálculos. Las autoridades de la ciudad lusa habían peleado duramente por conseguir ese proyecto y no lo iban a dejar escapar fácilmente. Coincidiendo con esas fechas, en Ourense se anunciaba por enésima vez la ampliación del polígono de San Cibrao, prometida en el 2019, y cuyas obras tampoco empezarán este año por lo que parece. También se aludía a que se creará más suelo empresarial en la comarca de Ourense, por ahí por Paderne, pero el asunto es incompatible con las prisas. Las empresas que necesitan suelo para instalarse o ampliar no esperan y buscan sitio en otros lugares. En Portugal o donde sea.

Son un amor

Cientos de ciudadanos llegaban a comienzos de esta semana a disfrutar de Ourense. Habían desdeñado otras posibilidades para hacer caso a los trompeteros que anuncian lo de la ciudad termal. Muchos vinieron en AVE, aprovechando que ya no somos el culo del mundo por tren, como demuestra que no hubiese billete desde días antes. Todas las ciudades y villas echan el resto para recibir a los visitantes. En la capital, más que en ningún otro lugar: el 40% de las termas están cerradas, el balneario de A Chavasqueira (que hace cuatro años que ardió) sigue sin actividad. El Centro de Interpretación de As Burgas no abre porque no tiene quién lo atienda. La piscina termal limítrofe con las emblemáticas fuentes no tiene agua desde hace años. Los trenes de las termas no hacían su recorrido porque estaban averiados. ¡Es que tienes que quererlos!

El portafotos

Félix Rubial, gerente del área sanitaria de Ourense

Felix Rubial es gerente del área sanitaria de Ourense, un cargo que tiene electricidad estática. Pese a que tiene callo en el asiento a nadie le gusta ser el entrenador de un equipo que está en puestos de descenso. Los datos que acaba de hacer públicos la Consellería de Sanidade sitúan al sistema sanitario de la provincia, que él gestiona, como el que peores cifras ofrece, un sapo difícil de digerir. El covid lo puso todo patas arriba y los números son una bofetada: 102 días de espera por un especialista, 230 para rehabilitación, 125 para neumología y 103 para traumatología. Rubial es el queso y el jamón que está entre las dos tapas de pan del sándwich, entre los profesionales y los usuarios. Los primeros exigen más medios y jornadas más llevaderas, y los segundos recuerdan que esperas y evolución de la patología casan muy mal. En unas declaraciones que publicó el periódico cuando se conoció la estadística al menos asumió sin paliativos que la situación no solo es mejorable, sino exigible que lo sea. En un acto de humildad se responsabilizó y prometió cambios. Se parece un poco al Rey Emérito en la célebre frase de “lo siento mucho, no volverá a ocurrir”. Esperemos que tenga más palabra que Juan Carlos I.

Al poner la lupa

Nuestra fe también es de importación

Este periódico informaba a sus lectores días atrás señalando que los cofrades latinos y los emigrantes son los que salvan las procesiones. El envejecimiento deja en apenas 200 el número de devotos que se ocupan de la docena de pasos que salen en procesión en estas fechas. “El barrio está vacío, la gente se fue marchando, muchos cofrades fallecieron”, se lamentan en A Carballeira. Hay ocasiones en las que la actualidad es una esquela de la primera a la última página. Algo de tasa de reposición hay gracias a la fe importada: “Los venezolanos son muy devotos, tenemos muchos, nos sentimos muy orgullosos de que se incorporen a esta devoción”, proclaman en el barrio. La globalización no solo favorece el mestizaje económico, también el social y el religioso. Ya no solo tenemos que importar mano de obra para muchas profesiones que aquí se desdeñan a pesar del paro. También  nos hace falta quien saque el santo en procesión. Y que recen por nosotros.

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