Nuevas tuberías en la zona para evitar los reventones

futura acera (derecha en la foto)
photo_camera Aspecto de la carretera hacia Pazos que será próximamente arreglada.

En As Curuxeiras se acabaron las roturas de tuberías que "eran capaces de levantar un coche", en palabras de José Manuel García Casares, presidente de la asociación de vecinos.

Las tuberías bombean el agua del río Barbaña hasta As Curuxeiras, donde se purifican en un depósito. Esas tuberías son las que seguidamente abastecen diferentes polígonos, San Cibrao, Barbadás o Pereiro. Eran tuberías de impulsión, de 60 centímetros de diámetro. Pero se rompían a menudo, "reventaron cuatro veces en los cinco últimos años e inundaban el pueblo", puntualiza Casares. Se han cambiado por tuberías nuevas de fundición dúctil "que van de Rairo hacia abajo y atraviesan el pueblo", detalla. Ya están instaladas la mitad, la otra mitad lo estará el año que viene. 

La siguiente obra, inminente

La siguiente obra, inminente, será en la rúa da Airiña, que va desde la carretera provincial hasta la depuradora de aguas residuales. En ella hay una decena de viviendas y la actuación va a ser el empedrado con tacos de granito (ahora es hormigonado).

La rúa de Pazos será el siguiente destino. De allí parte una carretera de apenas medio kilómetro que muchos vecinos cogen como alternativa para ir al polígono de San Cibrao. Pero es muy peligrosa, estrecha e incluso sin arcén, con el consiguiente riesgo de atropellos. Con una inversión prevista de 262.000 euros, se mejorará el firme y se instalará una acera en uno de los lados.
 

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