Las agresiones a lo largo de este año no dejan de repetirse, en este caso entre el Paco Paz y Seixalbo
El río Barbaña volvió a ser víctima, de nuevo en fin de semana, de un vertido contaminante en su cauce. El castigo del otrora río urbano de referencia en Ourense parece no tener fin. Los habituales usuarios del paseo del Barbaña se percataron a primera hora de ayer de la aparición de espuma blanca en el agua del río, por lo que dieron aviso de su presencia.
En esta ocasión, el vertido en forma de espuma blanca fue visto a la altura del puente de la rúa Presa, entre O Piñeiral y Seixalbo, a primera hora de la mañana. De momento, se desconoce el origen de dicho vertido y, como es habitual, los técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) harán los análisis oportunos para conocer las causas del mismo.
Este vertido llega apenas 10 días después del anterior avistado por los paseantes de la zona. Fue el pasado 8 de octubre, cuando se dio aviso de la aparición de espuma cerca de la misma zona que ayer, en ese caso entre el puente de A Farixa y el Pazo dos Deportes Paco Paz.
La contaminación del río Barbaña sigue siendo motivo de máxima preocupación entre la sociedad ourensana. Esta pasada semana, la CHMS aseguraba que los técnicos de la comisaría de aguas se encargarán de realizar un estudio completo sobre el estado del cauce para buscar soluciones.
Un año negro
Este 2018, lejos de ir a mejor, está siendo un año negro para el Barbaña. Desde el pasado mes de junio se detectaron, al menos, ocho vertidos. El peor de todo fue el vertido masivo de aceite del pasado 27 de mayo, uno de los episodios históricos de contaminación más grandes de la historia de este río. De hecho, cuatro meses después del vertido ilegal de más de 5.000 litros de hidrocarburos en el río Barbaña, las secuelas todavía se podían observar en diversos puntos de su recorrido. A pesar de las labores de limpieza, los aceites contaminantes reaparecen y muestran la imagen de una tragedia ambiental.
