El objetivo del clan, vecinos confiados y puertas abiertas

Padre, madre, hija y yerno, todos ellos de nacionalidad lusa, decidieron en el verano de 2016 hacer algo diferente e ilícito: recorrer el sur de la provincia de Ourense pero no para hacer turismo sino para llenar los bolsillos. Entraban en las casas de pequeños pueblos con pocos vecinos, en los que las puertas casi siempre están abiertas, para rebuscar dinero en los cajones. En caso de encontrarse a algún morador, tenían la excusa perfecta: ofertar ropa de hogar, mantas o sábanas “made in Portugal”, a buen precio. De esta forma, lograron entrar a varias viviendas de A Merca y Rairiz de Veiga en los meses de julio y agosto de hace cinco años en el marco de la operación Figo de la Guardia Civil de Ourense y que llevó a dos de ellos a prisión provisional durante unos meses. Ayer lo admitieron y fueron condenados a un año de prisión cada uno porque la fiscal le aplicó la atenuante de reparación del daño. Llevaron consigo el importe del dinero robado en su día para entregárselo antes del juicio a las víctimas, todas ellas personas de avanzada edad. El matrimonio formado por Joao J.G., María Julia T.R., su hija Rosa María y el marido de esta última, Bruno M.C., se desplazaban a zonas rurales, principalmente de la zona sur de la provincia con densidad de población pequeña y con vecinos de edad avanzada, con el pretexto de vender ropa de cama. Pero su verdadera intención era otra: apoderarse de los bienes o efectos que hallaban en sus viviendas. Según asegura la fiscal, “abusando de las circunstancias personales o el desamparo en que se encontraban las víctimas por ser personas ancianas y confiadas que vivían solas y dejaban las puertas abiertas”. Para ello, actuaban de forma coordinada y el yerno del matrimonio era quien conducía y esperaba en el coche para facilitar la huida. HASTA 600 EUROS EN UNA VIVIENDA La fiscalía los acusó de delito continuado de hurto. En total, seis casas en los concellos de A Merca, Rairiz de Veiga y una en Cualedro, aunque no en todas consiguieron dinero. En una de Fontao (A Merca), con la puerta cerrada pero sin pasar la llave, consiguieron 400 euros que el dueño de la casa tenía en una caja en la mesa noche. Lo mismo en Corbillón, en donde se apoderaron de 600 euros que había en la cómoda de la habitación donde está el televisor. En una ocasión, una vecina de San Matiño, en Cualedro, sorprendió a la madre e hija y les recriminó la entrada en la vivienda. La víctima recibió insultos y hasta la amenazaron con atropellarla. El clan fue detenido en agosto de 2016. Las mujeres llevaban dinero consigo relacionadas con la comisión de los hechos delictivos. La hija, 150 euros en billetes y 10 en monedas. La madre, 535 en billetes y 4,52 euros en monedas. La madre y el yerno estuvieron en prisión preventiva.