El abandono crece al ritmo de casi cuatro núcleos deshabitados al año, según la evolución registrada en la última década

Ourense acumula ya 236 aldeas despobladas en sus 92 municipios

Armando Anta es uno de los tres vecinos que todavía residen en Vilaboa (A Veiga). (Foto: ´J.C.)
Las aldeas se despueblan y se abandonan en la provincia de Ourense, y el proceso, que comenzó a asomar en las últimas décadas del siglo XX, se ha convertido ya en imparable. Hasta el punto de que, de acuerdo con los últimos datos publicados (2009) a través del Instituto Nacional de Estadística (INE), son ya 236 núcleos de población, todos ellos aldeas rurales, los que han perdido a todos sus habitantes.
La cifra, que se ha incrementado en 32 desde el comienzo de la década que ahora acaba de finalizar, cuando el número de aldeas deshabitadas alcanzaba las 204. Ahora, los pueblos abandonados se concentran en 42 de los 92 concellos de la provincia, casi siempre en los municipios de montaña y en las comarcas más aisladas.

Es un fenómeno, además, que corre paralelo al envejecimiento de la población y a la ausencia de relevo generacional, ya que la provincia perdió 13.000 habitantes, sobre todo en los pequeños concellos, en los últimos ocho años; reduce la población joven -por ejemplo, a octubre de 2010 eran 15.594 los habitantes entre 20 y 24 años, un número muy inferior a los jóvenes de esa edad en 2002, cuando sumaban 21.996- y aumentan los mayores de 65 pero sobre todo de 75 y 80 años. Hay ahora (octubre de 2010) mil habitantes más que hace ocho años de más de 90 años, y 2.000 más mayores de 80 en ese mismo período.

Pero el abandono de las aldeas, aunque generalizado en todos los concellos rurales, muestra desigualdades según las comarcas, en función muchas veces de la orografía y de la vitalidad de las cabeceras comarcales. Así, municipios como Allariz o Barbadás serían dos municipios con una importante población rural que no superan los dos núcleos desiertos. Pero en la cruz de la moneda se encuentra Castro Caldelas, con dada menos que 22 aldeas y pueblos abandonados. Gomesende es otro de los puntos de la provincia donde se acumulan los núcleos de población con cero habitantes, 14, y cerca se sitúan tanto Boborás como O Irixo, incluso Carballiño (que ha aglutinado la población que desaparece de su medio rural), el primero con 11 pueblos deshabitados; y los dos siguientes con 10 núcleos despoblados, cada uno.

En Valdeorras, el abandono del rural es también muy notable, especialmente en los municipios de montaña como A Veiga, Viana o Vilariño, puesto que son las poblaciones de montaña y alejadas de focos urbanos las más afectadas por este creciente nivel de despoblamiento que ya se agudiza en la provincia ourensana.

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