La diferencia en el precio de los libros puede llegar a alcanzar los 200 euros entre centros de la misma titularidad
Las carteras están a punto de desembucharse a las puertas de septiembre. Las de los niños, por ser nuevas, y las de los padres, por tener que pagar las remesas de libros y material escolar del curso que viene, el primero de la ley Wert. Los padres ourensanos gastarán, de media, un total de 300 euros por cada hijo en edad escolar. De esta cantidad debemos desglosar, primero, el precio de los libros de texto y, en segundo lugar, el gasto en material escolar, que ronda los 100 euros, incluyendo las necesidades mínimas de cada alumno para iniciar un nuevo curso académico.
En todo caso, dependiendo del colegio al que se acuda, la diferencia del coste para las familias de los libros de texto para un mismo curso puede oscilar hasta en 200 euros de diferencia.
Respecto a los manuales de las asignaturas, Pilar Rodríguez, presidenta de la Federación de Libreiros de Galicia, explica que "el precio varía mucho en función del centro". Este año, la Xunta concederá una serie de ayudas que oscilarán entre los 90 y los 180 euros "según los niveles de renta". Rodríguez apunta que esta subvención "a veces es suficiente para adquirir todo, pero en otras ocasiones no llega ni para la mitad de los libros". El origen de este "problema", señala, "habría que preguntársela a los profesores".
El gancho
Como en la mayoría de ámbitos, las grandes superficies también hacen su apuesta en el mercado. "Es un gancho para atraer clientes a los establecimientos, un síntoma del sistema, pero el mercado es libre", concluye la representante de los libreros gallegos.
Francisco Negro, de la librería Platero, destaca el ostensible gasto en material por encima del dinero invertido en libros: "Los padres vienen y buscan la mochila o la cartera que les piden sus hijos. Sin embargo, no se fijan tanto en los libros. También admite que el precio de algunos manuales "puede ser excesivo", provocado por la "caída de ventas de algunas editoriales". En la misma dirección se pronuncia Julio Salgueiros, de la librería homónima: "Hay quien se queja del precio excesivo de los libros, pero luego ves que los niños tienen de todo, incluidos aparatos que con su edad no necesitan".
Caída general
En general, los libreros ourensanos hacen un mismo pronóstico en cuanto a las ventas para este curso: aguardan una caída general del consumo, en parte motivado por la implantanción de "bancos de libros" en los centros por parte de los padres, como método para reducir algo el gasto ante la crisis económica.
