OURENSE NO TEMPO

Un pionero del deporte ourensano

Selección Ourensana de Balonmano 1949
photo_camera Selección Ourensana de Balonmano 1949

Nació don Joaquín allá por el 1923, el que posiblemente sea el más antiguo socio del club de fútbol de la ciudad

En muchas ocasiones, las personas que mas colaboran y se esfuerzan porque las cosas funcionen, se mantienen en el anonimato. Cada día este tipo de actitudes se hace más difícil de comprender; es cierto que la sociedad nos empuja a una cada vez más brutal competencia y que se necesita dinero para vivir, pero por desgracia o por suerte (aún no lo tengo claro), existen muchas causas que necesitan de estas actitudes, el altruismo, la generosidad, el agradecimiento, el esfuerzo e incluso el cariño.

Se me ocurre esto cada vez que pienso en el desaparecido Club Deportivo Ourense, desparecido de nombre, porque de espíritu continúa vivo en los verdaderos aficionados, esos que siguen acudiendo a los partidos, esos que continúan trabajando en la captación de socios, esos que siguen luchando para conseguir financiación en estos tiempos tan difíciles, esos que de verdad pueden presumir de ser del Ourense.

Hace unos meses recordaba en Ourense no Tempo la figura de uno de esos anónimos socios del Ourense, posiblemente el más antiguo, y hoy me vais a permitir que personalice en su figura, el trabajo que todo el entorno de la Unión Deportiva Ourense está realizando para lograr la tan ansiada supervivencia.

El motivo de recordarlo es que posiblemente sea el más antiguo socio del club de fútbol de la ciudad. Fijaos que intencionadamente no he mencionado el nombre de guerra del club, y es porque Don Joaquín siempre ha estado con el club y con el deporte, al margen de nombres: la Unión Deportiva Orensana, Club Deportivo Ourense, Atlético Orense y si lo investigo seguro que fue socio del Burgas y de la Asociación Deportiva Couto. Nació don Joaquín allá por el 1923 (xa choveu); de aquellas, Auria  en lo deportivo poco más tenía que aficionados al football, y la situación tampoco estaba para mucho deporte. 

Por casualidad, realmente Joaquín se encontró en plena juventud con nuevas modas y disciplinas deportivas que en aquella España ansiosa de dejar atrás los sinsabores cuajaron con facilidad. Balonmano, baloncesto, vóley, hockey, se unieron al futbol rápidamente. El tema era muy fácil: una pelota y ya estaba entretenida un par de horas la chavalada de la ciudad.

De ahí a empezar a organizar equipos para competir de manera seria, solo hubo un paso. Dos organizaciones de posguerra facilitaron la proliferación y organización de estos asuntos: el Frente de Juventudes, y la obra social de sindicatos, más conocida como Educación y Descanso. Casualmente el arranque de la actividad de estas organizaciones cogió a don Joaquín con 17 años y una habilidad para los deportes envidiable, sobre todo en baloncesto, donde militó en el equipo del Frente de Juventudes (cuentan que fueron unos catalanes “destinados forzosos” en nuestro Ourense, quienes importaron esta moda de los americanos de meter una pelota en un cesto colgado de una pared). Con esa edad y aptitudes atléticas a Joaquín no le llegaba con un deporte, y también se apuntó a otra moda que llegaba, el balonmano, muy parecido pero con portería. Rápidamente también lo seleccionaron para el equipo de Frente de Juventudes. Y como no hay dos sin tres, probó en una que era absoluta novedad, el hockey; no estaba fácil, porque se necesita un palo que tuvo que venir de fuera, (de protecciones y cosas de ese tipo no hablamos, que ni se conocían), pero Educación y Descanso no tardó mucho en solucionar el tema: como campo de juego se aprovecho la pista central del jardín, que ya en aquellos tiempos era más o menos llana, y el campo Loña, cuando, cosa rara, estaba libre de futbolistas. Después de una larga etapa de éxitos en todas las disciplinas, y no queriendo abandonar el mundillo del deporte, se hizo árbitro de hockey, llegando a tener categoría nacional.

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