CIUDAD

Los placeros reclaman más controles contra el botellón

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photo_camera Restos de botellón en la Alameda, al lado de la Praza de Abastos.

Piden que se incremente la presencia policial durante las noches de jueves, viernes y sábado

Los comerciantes de la Praza de Abastos Nº 1 han trasladado al Concello por escrito su reclamación de que tome las medidas necesarias para evitar los efectos del botellón de la Alameda. En concreto, piden que se vuelva a acordonar todo el perímetro del rianxo y de la zona del puente Murallón, "para poder mantener unas condiciones mínimas de seguridad e higiene en el recinto", señalan en un escrito firmado por el presidente de los placeros, Emilio González.

Por otra parte, reclaman que se incremente la presencia policial en la zona durante las noches de jueves, viernes y sábado, cuando se concentra la actividad del botellón, para evitar "que se utilice un espacio destinado al trabajo como urinario público o zona de alterne".

A esto añaden la solicitud de que se "retire el botellón de la Alameda" y los alrededores o, en su defecto, "se les habiliten unos baños químicos en la zona a fin de evitar que utilicen el recinto de la Praza de Abastos como urinario".

También quieren que se lleve a cabo un baldeado por parte de la empresa de limpieza "con tratamiento químico a partir de las dos de la madrugada". Finalmente, reclaman que se apliquen las medidas punitivas correspondientes a los que lleven a cabo estos actos vandálicos en el rianxo y alrededores de la Praza de Abastos. Los placeros recuerdan que cuando se ha incrementado la presión policial sobre este problema, "se ha visto reducido o incluso erradicado".

Por otra parte subrayan que el Rianxo "concentra una fuerte actividad comercial" y con su treintena de puestos da empleo a alrededor de 70 personas. A esto se añade el hecho de que ésta es una zona de abastecimiento de alimentación para las tiendas de la ciudad y a la que acuden numerosas empresas y productores a vender sus productos, "y esta actividad es en su mayoría de madrugada", con lo que coincide con el desarrollo del fenómeno del botellón.

Las quejas por la concentración de jóvenes para beber alcohol en la Alameda no son nuevas, sin que el Concello haya tomado medidas efectivas hasta ahora. Los vecinos han protestado en numerosas ocasiones por el estado en el que queda el entorno tras la presencia de jóvenes los fines de semana.

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