SEGURIDAD VIAL

La Policía Local niega problemas con la velocidad pese a las quejas vecinales

La jefa del cuerpo argumenta que sólo influye en un 0,9% de los accidente de tráfico y que incluso supone un alto coste 

Un informe de la jefa de la Policía Local, María Barrera, remitido ayer al Concello resta importancia a la implantación de radares en la ciudad al considerar que el exceso de velocidad no representa un problema en la ciudad. De hecho, mantiene que las conductas temerarias al volante son "esporádicas".

La jefatura del cuerpo, pese al clamor ciudadano alertando de los excesos y defendiendo la implantación de dispositivos de control, incluidos agentes locales o la propia concejala de Transportes, Susana Bayo, saca mano de la estadística para intentar argumentar su posición, obviando aspectos preventivos y el sentir de vecinos de calles como la avenida de Santiago, Marín, Habana, San Francisco, carretera de la Granxa, Curros Enríquez, Marcelo Macías o Progreso.

Según recoge el informe, al que tuvo acceso La Región, "el exceso de velocidad únicamente ha influido en 19 de los 2.040 accidentes contabilizados en 2013, un 0,93% del total", cinco de ellos con heridos -N-525, N-120 y Carretera de la Granxa-. Más aún, echa balones fuera matizando que, en cuanto a las vías más afectadas por los desmanes, la mayoría (13 de 19) son de titularidad ajena a la municipal (cuatro autonómicas, siete estatales y dos de la Diputación).

Y, puestos a negar la mayor, llega a incluso a recurrir a eufemismos: "En determinados casos no se producen excesos de velocidad propiamente dichos, es decir, no existe superación del límite legalmente impuesto, sino una velocidad inadecuada teniendo en cuenta las circunstancias existentes (condiciones meteorológicas adversas, intensidad de tráfico, escasa visibilidad, ausencia de iluminación).

El informe, intentado contrarrestar la preocupación ciudadana y las propias manifestaciones del SPPME, sindicato mayoritario en el cuerpo policial que instó al alcalde a la implantación de radares, alude a lo que considera "datos objetivos sobre siniestralidad vial". En los últimos cinco años (2009-2014), el Concello mantiene un descenso en los accidentes, que se traduce en un 14,27% menos.

En lo que va de 2014, entre enero y septiembre, en comparación con el pasado año, se constató, según los datos del cuerpo, un descenso medio del 60% de heridos.

La jefa de la Policía Local le recuerda al regidor las medidas implementadas que, a su juicio, han contribuido a reducir los accidentes: señalización, campañas de concienciación, controles preventivos, denuncia de infracciones o la regularización semafórica para procurar una velocidad constante y mantenida en el entramado urbano. Los semáforos en los cruces cuentan con reguladores de tráfico lo que implica que, si un conductor sobrepasa la velocidad, el propio sistema impide continuar en un tramo prolongado, asegura Barrera.

Esta última también recuerda al alcalde que los controles móviles precisan entre tres y cuatro agentes en servicio mientras que los radares fijos supondrían "un elevado coste para las arcas municipales".

En cuanto las vías susceptibles de control, propone "aquellos de enlace en entradas y salidas del casco urbano (...), lo que inevitablemente llevaría la labor de denuncia".

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