Flager, la promotora, reconoce que la ejecución del área urbanística puede también demorarse

El proyecto de la Finca Santamarina quedará devaluado si El Corte Inglés no logra instalarse

Imagen actual de la Finca Santamarina. (Foto: Miguel Ángel)
Flager reconoce la trascendencia de El Corte Inglés para la ejecución de la urbanización prevista en la Finca Santamarina, dado que, apuntan desde la empresa, ‘es una parte importante para su viabilidad’. Con todo, considera que el retraso en la decisión de la Xunta no afectará a la gestión del proyecto de urbanización.
El retraso en la decisión de la Consellería de Industria sobre la implantación de un centro de El Corte Inglés en la ciudad no afectará a la gestión urbanística de la Finca Santamarina pero desde Flager se reconoce que ‘no cabe duda de que para la viabilidad del proyecto el centro comercial es una parte muy importante’. En este sentido, fuentes de la empresa aseguran que ‘el retraso implica que pueda dar lugar a alguna demora en la ejecución de la urbanización. Si algo como esto se retrasa no supone parón en la gestión pero en la ejecución, es probable que sí’, concluyen.

La demora del visto bueno de la Xunta no es valorada desde la propia empresa afectada, El Corte Inglés, que, sin embargo, muestra su intención de ‘colaborar y desbloquear cualquier situación’, en referencia a la falta de documentación que motivó que la comisión de equipamientos comerciales de la Xunta retirase del orden del día el estudio del proyecto de instalación de un centro de El Corte Inglés en la ciudad. No obstante, desde la compañía se considera que ‘pronto se podría retomar el tema’, de forma que se desbloquee la situación actual.

Por otro lado, el retraso no afectará a la tramitación para poner en marcha el proyecto de urbanización en la Finca Santamarina. Así lo cree la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, que explica que la aprobación definitiva de ese trámite únicamente está pendiente de que la Consellería de Medio Ambiente informe si es necesaria una tra mitación de efecto medioambiental. Entiende, por lo tanto, que la segunda licencia del centro comercial (la primera corresponde aún a la Xunta) no afecta a la evolución de los trámites de lo demás proyectado en la finca, el hotel, las viviendas y el parque público.

Anulación del Plan

La agilización en la obtención de la licencia adquiere una relevancia especial ante la posible confirmación de la anulación del Plan Xeral por parte del Tribunal Supremo. No en vano, una vez se caiga el planeamiento sólo podrán construir aquellos proyectos que cuenten ya con licencia municipal, quedando el resto paralizados, al menos hasta la aprobación de unas normas transitorias. De esta forma, de no contar con licencia, El Corte Inglés -como todos los demás proyectos- vería aumentado considerablemente el tiempo de espera para implantar su centro comercial en la ciudad.

El próximo encuentro de la comisión está en el aire, ya que se esperan cambios en la legislación. Desde la Consellería de Industria no se ofrece información al respecto.

EL FUTURO

Un trámite que desaparece en enero

Una directiva europea, que todavía tiene que ser adaptada al Estado, contempla cambios en la tramitación de las licencias. Por un lado, la desaparición de las licencias de apertura, que pasarán a ser notificaciones a los concellos para que comprueben que los establecimientos cumplen con la normativa vigente. Por otro, la de la comisión de equipamientos comerciales. Su labor actual -fijar los metros cuadrados de las superficies comerciales- será suprimida y la superficie será la contemplada en los planeamientos urbanísticos. Esta directiva entrará en vigor el próximo mes de enero, lo que deja en el aire si la comisión de la Xunta se reunirá poco antes de que desaparezca o si, por el contrario, todavía mantendrá alguna nueva reunión en la que podría abordar este tema. Antes de la del viernes, se había reunido en noviembre. Entonces también había pospuesto la decisión sobre El Corte Inglés.



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