En tres de las ocasiones anteriores la alteración electoral estuvo provocada por otros tantos atentados terroristas

La quinta campaña que se suspende en una década

Concentración en Toledo, en la que coincidieron Barreda (2º por la dcha.) y Cospedal (4ª por la izq.) (Foto: )
El terremoto de Lorca unió a los principales partidos inmersos en la contienda electoral, que, por quinta ocasión en esta última década, suspendieron los actos de campaña previstos.De hecho, las dos últimas campañas previas a las elecciones generales, en 2008 y en 2004, también fueron alteradas, en ambos casos por atentados.
La banda terrorista ETA irrumpió el 7 de marzo de 2008 en el último día de campaña con el asesinato en Mondragón del exconcejal Isaías Carrasco y los partidos cancelaron los mítines de la víspera de la jornada de reflexión.

Cuatro años antes, los sangrientos atentados del 11-M en los trenes de Cercanías de Madrid acabaron también con la campaña.

Nada más conocer la magnitud de la masacre, los formaciones políticas anunciaron la suspensión de los actos previstos para ese jueves y dieron por terminadas las caravanas electorales, que oficialmente debían concluir la medianoche del día siguiente.


DOS CAMPAÑAS VASCAS

Las otras dos campañas trastocadas en la última década se celebraban en Euskadi. En abril de 2005 los partidos vascos anularon un día los mítines previstos, pero en aquella ocasión por un motivo alejado del terrorismo: el fallecimiento del Papa Juan Pablo II.

En mayo de 2001 había sido ETA quien había provocado la suspensión de la campaña previa a las elecciones autonómicas con el asesinato del presidente del PP de Aragón, Manuel Jiménez Abad.

Los principales candidatos de entonces, Juan José Ibarretxe (PNV-EA), Jaime Mayor Oreja (PP) y Nicolás Redondo (PSE-EE), asistieron al funeral que se celebró en Jaca y sólo EH celebró actos electorales.

Antes de esta última década, ha habido otras campaña alteradas.

El 20 de mayo de 1995 todos los partidos menos HB decidieron suspender por medio día los actos electorales con el fin de sumarse a las concentraciones pacifistas organizadas para pedir la liberación del industrial guipuzcoano José María Aldaya, secuestrado por la banda terrorista ETA doce días antes.

La campaña electoral catalana también quedó trastocada en octubre del año 1989, cuando falleció en un mitin de CiU el que eran el consejero de Economía Ramón Trías Fargas, y la mayoría de las formaciones políticas decidieron suspender, en señal de duelo, los actos que tenían previstos.

Te puede interesar