El objetivo es que no se registren situaciones como la del pasado día 26 de diciembre cuando irrumpió un rebaño de cabras en la calzada
Las cabras, perros y jabalíes lo tienen más difícil a partir de ahora para entrar en la autovía A-52 a su paso por Allariz.
Los operarios de conservación renuevan estos días toda la alambrada (está instalada en ambas márgenes para impedir el paso de animales) con el objetivo de que no se registren situaciones como la del pasado día 26 de diciembre cuando irrumpió un rebaño de cabras en la calzada. Los animales comenzaron a pastar la hierba en la mediana y tuvieron que se retirados ante el riesgo de que provocasen un accidente. A principios de año, fueron dos perros los que irrumpieron en el asfalto y, durante el pasado mes de diciembre, un turismo colisionó contra un zorro, justo en el mismo enlaza con la villa alaricana.
Los trabajadores inspeccionaron todo el vallado a la búsqueda de roturas entre los municipios de Sandiás y Alto de Taboadela. En los últimos días, renovaron buena parte de la cerca en un tramo de casi un kilómetro a la altura del viaducto sobre el río Arnoia, que al parece era el lugar por el que accedían los animales, según uno de los trabajadores.
Los trabajos también afectaron a la sustitución de parte de los guardarraíles por otros más resistentes en caso de un accidente y el posterior impacto de un vehículo.
