LR- Los continuos reventones de tuberías que periódicamente se registran en la ciudad afectaron ayer a la calle Coruña y Barrocás. Una vez más, la antigüedad de la red parece ser la causa, por lo que el Concello explica que prevé reponer tramos.
La red de suministro de agua ha vuelto a generar problemas. En esta ocasión, los reventones de sendas tuberías se produjeron, de madrugada y de forma casi consecutiva, en la calle Coruña (junto a O Posío) y en Barrocás. Fuentes municipales señalan que las averías fueron ’de poco calibre’ y recuerdan que no es la primera vez que suceden roturas de tuberías en esta zona. El motivo, al igual que sucede en otros puntos de la ciudad, es la antigüedad de la red, unido a que, en este tramo, lleva mucha cantidad de agua.
El reventón de la calle Coruña dejó sin agua (al parecer, durante poco tiempo) a vecinos de la calle Progreso y de la avenida de Zamora de la ciudad, mientras que el de Barrocás dejó, además, restos de tierra alrededor de donde ocurrió la avería.
Reposición
Ante esta situación, que se repite con frecuencia a lo largo de la ciudad, el Concello asegura estar estudiando posibles soluciones. ’Estamos analizando varias opciones para ir reponiendo determinados kilómetros cada año de la red de abastecimiento; se trata de estudiar cuál de ellas ofrece más ventajas tanto a nivel económico como a nivel operativo’, explicó el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa.
En este sentido, un informe de Aquagest señalaba que sería necesario reponer alrededor de 100 kilómetros de tubería en la ciudad, si bien Espinosa apunta a que ’el cambio va a ser pro gresivo, tramo a tramo, intentando que toda la red que está obsoleta, con tres o cuatro décadas de antigüedad, se reponga lo más rápido posible’.
Las zonas de la ciudad que más frecuentemente se ven afectadas por roturas de tuberías son, entre otras, la calle Ramón Puga, la parte alta de San Francisco y el Ribeiriño. Entre los últimos reventones destaca el ocurrido en el Puente Romano (cerca de la oficina de información), que dejó sin agua al Pabellón y ocasionó desperfectos en varios vehículos y en un pequeño tramo del propio puente.
