La visita de los reyes al centro educativo el próximo martes ha levantado mucho revuelo entre padres y alumnos. Los primeros consideran que es una buena ocasión para sacar alguna ventaja, y los segundos que es "divertido"
Mandar y descansar". Ese es, según Martín Carballo Canosa, de diez años, el trabajo que realizan los reyes. Él será uno de los alumnos, junto a su hermana Sabela, que el martes, día 16, estarán en sus aulas mientras los reyes de España Felipe VI y Letizia realizan la visita al colegio de Educación Infantil y Primaria "Ben Cho-Shey", de Pereiro de Aguiar. En cualquier caso, para ellos no será un día demasiado "especial", coinciden, porque tendrán clase normal; y tampoco les produce ningún estado de nervios:"Para nada", insisten.
Su madre, Victoria Canosa, tiene otra visión más práctica de la visita. "Es sorprendente que de tantos colegios hayan escogido éste. No sé cuál debe ser la causa, pero quizás se deba a que en los últimos años ha crecido y está en el ámbito rural".
Así que la visita puede ser beneficiosa. "El centro ha sufrido obras de ampliación, la comunidad educativa hemos luchado mucho para que todo siguiera adelante. Ahora tenemos un comedor que se ha quedado obsoleto, porque necesitamos uno más grande, y la cocina también requiere reformas", explica Victoria Canosa. Añade que "habrá que intentar sacar partido a esta visita y a ver si así logramos más resultados. Todo lo que sea por el bien de los niños, bienvenido sea".
La mayoría de los padres, según adelantó el director del centro, Antón Gómez, "han llamado esta mañana (por ayer) muy contentos y les ha hecho ilusión que los reyes vengan a visitar este centro".
Mientras, los niños que participaban ayer en el aula de actividades extraescolares -porque el curso todavía no ha comenzado- que el Concello de Pereiro lleva a cabo en el centro educativo, se mostraban entusiasmados ante la visita de los "reyes de España", como coreaban una y otra vez.
Alumnos o no del colegio, todos tenían su propia visión de lo que supone ser los monarcas de este país: "Mandan a los militares, mandan siempre". Y, tímidamente, una de las más pequeñas repetía ilusionada: "Los reyes son los que nos van a repartir regalos", quizá confundiéndolos con los magos de Oriente.
También tenían algunas dudas vitales: "¿Vendrán con guardaespaldas? ¿Tendrán éstos unas gafas superchulas?". Y algunas peticiones: "Yo quiero un autógrafo". "Yo quiero una foto". "Yo quiero que me firmen poniéndome algo especial para mí". Y finalmente dejaron claro que sabían cómo saludar: "Hay que hacer una reverencia y yo sé", aunque a otros esta visita, dijeron, les da "igual".
