Las cámaras de seguridad recogieron las imágenes

Roban una caja fuerte tras hacer un butrón en una empresa de Carballiño

Los ladrones rompieron el hormigón bajo la puerta del almacén. (Foto: Martiño Pinal)
La caja fuerte de la empresa de embutidos Castro Bello, en el parque empresarial de Carballiño, fue arrancada del interior el pasado sábado. Los ladrones realizaron hasta seis perforaciones de la fachada para acceder finalmente por un butrón en el almacén.
La empresa Castro Bello, dedicada a la elaboración de embutidos y ubicada en el parque empresarial de Seoane, en Carballiño, fue objeto de un sorprendente robo en la madrugada del sábado, ya que los ladrones se llevaron la caja fuerte mediante el método del ‘butrón’ y tras varias intentonas.

Una empleada de la firma empresarial descubrió los hechos cuando se desplazó a la nave en la mañana del sábado y vio que en las paredes del edificio había hasta seis perforaciones, pero una de ellas en forma de boquete junto a la puerta de acceso al almacén de la factoría, que apareció forzada. Una vez avisado el gerente, en el interior de las instalaciones notaron la falta de la caja fuerte, que fue arrancada del suelo donde estaba fuertemente anclada.

El propio gerente, J.F.C. denunció los hechos ante el cuartel de la Guardia Civil de Carballiño a las 11.00 horas del mismo día, si bien no realizó una valoración de la cantidad sutraída ni de los daños causados en las instalaciones. El propietario de la empresa, Enrique Castro, señaló ayer que ‘descoñecementos a cantidade que había na caixa forte, pero penso que non son moitos cartos’.

El responsable de Catro Bello comentó que ‘os ladróns entraron na nave entre a 1.00 e as 2.00 horas do sábado, xa que é nese periodo de tempo cando os feitos foron recollidos polas cámaras de seguridade que temos no interior, e agora terá que estudiar a Garda Civil as grabacións para tentar saber a súa identidade’. El responsable de Castro Bello apunta, además, que ‘eles seguramente coñecían o interior da nave xa que o primeiro que fixeron ó entrar foi ir directamente ó sistema de alarma e rompelo, e tamén estragaron o teléfono móbil que se utiliza para chamar á central de seguridade nestes casos’. El suceso no influyó en la actividad habitual de la fábrica, con una plantilla de 30 trabajadores, y el boquete abierto junto a la puerta del almacén fue reparado en la mañana de ayer, ‘pero aínda quedan por arranxar as outras roturas que fixeron na fachada’. Las diligencias del caso fueron asumidas por el Juzgado de Instrucción número dos de Carballiño.

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