Una gala de clausura de casi dos horas de duración sirvió de entrega de los premios del certamen

La secuencia final vuelve al Auditorio

Premiados, jurado, autoridades, equipo del festival y voluntarios posan en la foto de familia. (Foto: Martiño Pinal)
Después de ocho días de rodaje, la 14 edición del festival de cine grabó ayer su última secuencia este año: una gala de clausura en el Auditorio, sin excentricidades, con muchos premios y pocos premiados para recogerlos y con el gerente del OUFF, Enrique Nicanor, y la actriz Tamara Canosa como maestros de ceremonias.
Con ‘Celda 211’ comenzó a rodar la 14 edición del Ourense Film Festival. La película de Daniel Monzón se convertía hace poco más de una semana en la primera secuencia de un proyecto audiovisual que tenía en la cinematografía su principal argumento, en Ourense los exteriores en lo que desarrollar la historia y en el personal del festival su equipo de producción, montaje, guión y post-producción. Fueron ocho días de rodaje de una película de cine internacional e independiente construida con 106 filmes en competición, 94 en secciones temáticas, masterclasses, exposiciones y experiencias cinematográficas contadas por sus protagonistas.

La última escena de este festival se grabó en la noche de ayer. Un sobrio escenario en el Auditorio fue el marco en el que se desarrolló una ceremonia de clausura de casi dos horas de duración, sin alfombras rojas ni alardes y con mucho premios pero pocos premiados.

La gala final, de género documental, recogió textual y visualmente lo que ocurrió en Ourense durante esta semana de festival. Faltaban unos minutos para las diez de la noche cuando las cámaras empezaron a inmortalizar la secuencia. Directores, productores y artistas vivieron en esta ocasión el cine desde el patio de butacas, compartiendo asientos con entusiastas del séptimo arte, representantes de la sociedad ourensana y de las tres formaciones políticas mayoritarias en Galicia (PP, PSOE y BNG) tanto del gobierno autonómico como municipal.

Balance y premios

Los maestros de ceremonias fueron el director-gerente del OUFF, Enrique Nicanor, y la actriz de ‘Pradolongo’ Tamara Canosa, aunque el traductor del festival, Óscar Iglesias, compartió escenario y protagonismo con ellos. Enrique Nicanor salió a escena de entre el público y comenzó su intervención a los pies del escenario, ‘entre dous caldeiros’ transformados metafóricamente en ‘caldeiros de ideas’, según el presentador. Tras los agradecimientos y un balance del festival del que aseguró haber ofrecido ‘unha boa colleita de filmes’ comenzó la entrega de premios.

Rondaban las 22.15 horas. Se levantó el telón y se desveló un escenario sin adornos. El protagonismo se dio a los miembros del jurado, presentes en todo momento en el lugar donde transcurría la escena, y al propio audiovisual, a una pantalla gigante desde la que proyectar pequeñas pinceladas de las películas.

Fueron pocos los premiados que todavía seguían en Ourense y pudieron recoger sus premios. Algunos excusaron su presencia con un vídeo, otros con cartas y otros simplemente no acudieron. Pese a ello, hubo intervenciones e, incluso, reivindicaciones. El actor Miguel de Lira hizo un alegato a favor de ‘máis cine en galego’ y Chelo Loureiro (jurado) pidió que ‘os premios de animación sexan da mesma cuantía que o resto’. También hubo recuerdos. Uno para Eloy Lozano, al que una placa le rindió el ‘Premio a toda una vida’ y otro para Valerio Lazarov, recientemente fallecido.

AL DETALLE


Encuentro fotográfico y previos

La cita con la clausura del festival estaba prevista para las nueve de la noche. Y así fue. La ceremonia oficial comenzó casi una hora después pero no por una cuestión de falta de organización, sino por los preliminares que siempre acompañan a estos eventos. Antes de la gala de entrega de los premios, invitados y público participaron en la planta baja del Auditorio en un ágape con tentempié para todos los gustos. El toque ‘chic’ se vivió a la entrada de los asistentes al recinto cultural, donde estaba preparado un ‘photocall’ por el que fueron pasando políticos, invitados al festival o integrantes del equipo organizativo, siempre arropados por la directora del consorcio del festival, Isabel Pérez.



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