CRÓNICA

“Siéntate un momento, me faltan dos medallas"

Un curioso comienzo de recuento de votos, dos medallas desaparecidas o una Praza Maior dividida entre partidarios y detractores del nuevo gobierno, anécdotas de un tranquilo pleno.

La investidura de Jesús Vázquez se mantuvo dentro de un clima de previsibilidad inédito en el Concello desde hace muchos meses. Ni los nervios de muchos de los 'debutantes' en la Corporación, ni la heterogénea expectación ciudadana por el cambio de rumbo del gobierno local desembocaron en percances o interrupciones para una sesión que duró aproximadamente una hora.

Con todo, el transcurso de los acontecimientos no privó a los presentes de alguna que otra escena anecdótica en la sesión. Especialmente particular fue el recuento de los votos por parte de los miembros de la mesa de edad –previo 'remexido' de las papeletas por parte de Domingo Castro–, cuando éste comenzó con tres votos con el nombre de Barquero que desataron un tenue runrún entre los asistentes ante la posibilidad de una sorpresa en las votaciones. La posterior aparición del nombre de Pérez Jácome rompió disipó las dudas y confirmó lo previsto.

Si en 2011, las apelaciones de los entonces concejales del BNG al Estatuto de Autonomía habían sido las más notables en las tomas de posesión, los tres ediles de la 'marea' cambiaron su discurso a un "conforme ao mandato dos veciños de Ourense e a asemblea de Ourense en Común, comprométome a levar os principios de participación e transparencia, así como a loita polo ben común ao Concello", apelando al "imperativo legal" para asumir el cargo, como también hicieron los ediles de DO Pablo Prol y Ana Isabel Rebanales. El resto de concejales se repartieron casi a partes iguales el "xuro" y el "prometo".

"Siéntate un momentito, que me faltan dos medallas", pidió en voz baja el secretario a Domingo Castro justo antes del turno de Jácome. Un minuto de suspense después, un "están bien" del secretario y un "qué susto" de la jefa de protocolo cerraron el problema: las cuentas salían, cada edil tenía su correspondiente medalla.

Al término del acto, la Praza Maior presentó un aspecto de lo más polarizado. Cerca de las puertas del Concello, un centenar de simpatizantes del PP prorrumpieron en aplausos a la salida del nuevo alcalde, mientras otro grupo de personas, en el centro de la plaza, cantaban consignas contra el derribo de la casa de Reza y contra Pérez Jácome, por sus palabras a la candidata del BNG, Susana García, en el debate de Telemiño.

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