El grupo portugués Sotancro resalta que su control accionarial (88,55 por ciento) en Vidriera del Atlántico representa un claro voto de confianza en el potencial del proyecto. Además, rechaza de lleno la estimación de beneficio para 2007 aportada por ex socios de la factoría de Xinzo (100 millones de euros) y puntualiza que el cierre de ejercicio estará en línea con el de 2006, cuando ganó en torno a 30.000 euros, es decir, se situará muy lejos de la cifra que han calculado antiguos accionistas ourensanos.
La factoría de Vidriera del Atlántico, en el polígono de Xinzo.
Ninguna empresa del sector tiene la capacidad de multiplicar por veinte su beneficio de un año para otro. Es uno de los argumentos que plantean desde Sotancro para rechazar y considerar totalmente errónea la previsión de resultados para el próximo cierre de 2007, realizada el pasado jueves por ex socios de Vidriera del Atlántico: 600.000 euros.
Desde el grupo portugués puntualizan que la fábrica de A Limia después de haber alcanzado sus primeros resultados positivos en el 2006, proyecta para 2007 mantener la tendencia positiva de sus indicadores económicos que muestra desde la entrada de Sotancro en su estructura accionarial.
No precisan ninguna cantidad concreta, para un cierre de ejercicio que estará en línea con el de 2006, cuando ganó 30.000 euros, es decir, muy lejos de los 600.000 que ha calculado una de las partes implicada en la reciente venta de participaciones a Sotancro.
Proyecto con potencial
Por otra parte, el grupo que acaba de quedarse como único accionista no institucional resalta que esta operación, consistente en la salida de capital ourensano, concreta la anunciada apuesta fuerte de Sotancro en Vidriera del Atlántico empezada a finales del 2003, significando un claro voto de confianza en el potencial del proyecto.
Junto con las inversiones, más de diez millones desde su llegada, destacan como clave de la recuperación de Vidriera el permanente esfuerzo de formación liderado por técnicos de Sotancro para transferir su experiencia acumulada a una plantilla joven y, en casi su totalidad, sin mucha experiencia en el sector.
Con 64 años de actividad en la industria del vidrio, desde su fábrica ubicada en Venda Nova, en las inmediaciones de Lisboa, Sotancro se ha consolidado como uno de los líderes penin sulares de su sector.
Tiene una plantilla formada por cerca de 400 trabajadores, factura 55 millones de euros y el año pasado logró un Ebitda (beneficios después de descontar intereses, impuestos y amortizaciones) de 12 millones de euros. La mayor parte de su producción, el 80 por ciento, se destina a la exportación.
En la actualidad tiene presencia en medio centenar de países de los cinco continentes, en mercados nicho con un concepto mundial, precisan fuentes de Sotancro.
Ninguna empresa del sector tiene la capacidad de multiplicar por veinte su beneficio de un año para otro. Es uno de los argumentos que plantean desde Sotancro para rechazar y considerar totalmente errónea la previsión de resultados para el próximo cierre de 2007, realizada el pasado jueves por ex socios de Vidriera del Atlántico: 600.000 euros.
Desde el grupo portugués puntualizan que la fábrica de A Limia después de haber alcanzado sus primeros resultados positivos en el 2006, proyecta para 2007 mantener la tendencia positiva de sus indicadores económicos que muestra desde la entrada de Sotancro en su estructura accionarial.
No precisan ninguna cantidad concreta, para un cierre de ejercicio que estará en línea con el de 2006, cuando ganó 30.000 euros, es decir, muy lejos de los 600.000 que ha calculado una de las partes implicada en la reciente venta de participaciones a Sotancro.
Proyecto con potencial
Por otra parte, el grupo que acaba de quedarse como único accionista no institucional resalta que esta operación, consistente en la salida de capital ourensano, concreta la anunciada apuesta fuerte de Sotancro en Vidriera del Atlántico empezada a finales del 2003, significando un claro voto de confianza en el potencial del proyecto.
Junto con las inversiones, más de diez millones desde su llegada, destacan como clave de la recuperación de Vidriera el permanente esfuerzo de formación liderado por técnicos de Sotancro para transferir su experiencia acumulada a una plantilla joven y, en casi su totalidad, sin mucha experiencia en el sector.
Con 64 años de actividad en la industria del vidrio, desde su fábrica ubicada en Venda Nova, en las inmediaciones de Lisboa, Sotancro se ha consolidado como uno de los líderes penin sulares de su sector.
Tiene una plantilla formada por cerca de 400 trabajadores, factura 55 millones de euros y el año pasado logró un Ebitda (beneficios después de descontar intereses, impuestos y amortizaciones) de 12 millones de euros. La mayor parte de su producción, el 80 por ciento, se destina a la exportación.
En la actualidad tiene presencia en medio centenar de países de los cinco continentes, en mercados nicho con un concepto mundial, precisan fuentes de Sotancro.
