La tormenta que descargó ayer sobre la provincia inundó varios bajos y calles en Xinzo y Ribadavia, obligando a intervenir a los efectivos de emergencia.
La tormenta comenzó a descargar con fuerza en ambas localidades entre las cuatro y las cinco de la tarde. A esa hora, los voluntarios de Protección Civil de Ribadavia acudía a Francelos al ser alertados por un vecino de que se le estaba inundando el bajo de su vivienda.
Las alcantarillas no daban tragado el agua y los voluntarios tuvieron que achicar agua en dos locales.
La misma situación se repetía en el casco urbano de Xinzo, donde varios vecinos y los bomberos tuvieron que achicar agua en tres locales de O Toural y casco viejo.
En la ciudad no se registró ninguna incidencia, aunque la tormenta inundó en la tarde del sábado, sobre las 16.00 horas, un bajo en la carretera de Rairo. La carretera N-525, a su paso por O Piñeiral, también resultó afecta, dado que la Guardia Civil de Tráfico tuvo que cortar un carril a causa de una bolsa de agua que se formó en el asfalto, lo que provocó retenciones durante más de dos horas.
Las alcantarillas no daban tragado el agua y los voluntarios tuvieron que achicar agua en dos locales.
La misma situación se repetía en el casco urbano de Xinzo, donde varios vecinos y los bomberos tuvieron que achicar agua en tres locales de O Toural y casco viejo.
En la ciudad no se registró ninguna incidencia, aunque la tormenta inundó en la tarde del sábado, sobre las 16.00 horas, un bajo en la carretera de Rairo. La carretera N-525, a su paso por O Piñeiral, también resultó afecta, dado que la Guardia Civil de Tráfico tuvo que cortar un carril a causa de una bolsa de agua que se formó en el asfalto, lo que provocó retenciones durante más de dos horas.
