Los propietarios ya se reunieron para encargar la reparación del voladizo caído sobre la acera, que tutelará la Concejalía de Urbanismo

La Torre superó la inspección de edificios pese al riesgo de la cornisa

Edificio Torre, construido en 1968. Sobre el entresuelo, la cornisa afectada. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
El desprendimiento de cascotes de una pequeña cornisa de la fachada del edificio Torre que mira hacia Curros Enríquez, en la ciudad, disparó las alarmas sobre el estado del emblemático inmueble acabado en 1968 y prácticamente el único ejemplo de arquitectura contemporánea y vanguardista en el Ourense franquista de mediados del siglo XX, según reconocían ayer varios arquitectos, entre ellos la propia edil de Urbanismo, Aurea Soto, artífice, años después, de la remodelación de la plaza de ladrillo rojo que ahora enmarca el edificio frente a la Subdelegación del Gobierno.
La caída de los cascotes, de hormigón, se produjo en los últimos días, obligó a los bomberos a intervenir para acotar el lugar y movilizó al servicio municipal de la inspección técnica de edificios y de disciplina urbanística, que ya ha enviado notificación a la comunidad de propietarios para que, en el plazo de un mes, presente un informe técnico de reparación en el Concello y proponga la solución a las 'lesiones' detectadas en la fachada. Pero la comunidad de propietarios ya se reunió para contactar con una empresa especializada que asuma la recuperación de la cornisa, de pequeño tamaño y que enmarca los ventanales del entresuelo de esa fachada, donde estuvo el Ateneo de Ourense hasta su traslado a la Avenida de La Habana.

Curiosamente, el inmueble, que fue objeto de inspección por la oficina de la ITE (la inspección técnica de edificios), superó satisfactoriamente el examen pese al riesgo del voladizo. Lo hace constar en el informe de ese departamento y del disciplina urbanística un arquitecto técnico, que concluye, aportando fotos, que 'se encuentra para incorporar a registro el informe ITE que, sorprendentemente, ha sido dictaminado como inspección favorable'. Y advierte que debería tener una resolución negativa, lo que motivaría las obras necesarias para su corrección, aunque éstas ya se ejecutarán porque así lo acordó también la comunidad de propietarios.

Pero más allá de esta puntual reparación, que según propietarios consultados se asumirá pese a la complejidad de comunidades del edificio -porque hay pisos, oficinas y un hotel-, hay cierta preocupación por el estado general de la emblemática Torre, aunque el informe municipal concluye, tras una inspección visual, que el estado de conservación de la fachada es 'normal' salvo por el detalle del voladizo; y los propietarios ya han asumido recientemente la renovación de toda la instalación eléctrica y del sistema de calefacción, que estaban obsoletos aunque fueron muy vanguardistas para la época en la que se construyó el edificio.


CONTROL

El Concello ya ha asegurado que supervisará los trabajos de reparación, al fin y al cabo tiene que dar permiso porque es un edificio catalogado con un grado de protección integral (cuando sólo se permiten obras de consolidación, conservación y restauración de sus partes constructivas y ornamentales).

La fachada de la Torre está formada por un revestimiento de chapa de granito gris, prefabricados de hormigón y muros con cortina de aluminio -el elemento arquitectónico más deteriorado-, una peculiar combinación muy novedosa para la época de su construcción y cuya reparación integral sería aconsejable aunque los propietarios consultados la consideran actualmente inasumible por su alto coste.

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