Claman contra la falta de seguridad laboral en el centro y el deterioro de sus instalaciones

Los trabajadores piden la inspección del Hospital Nai

La denuncia de los delegados de prevención (representantes de los trabajadores sobre seguridad laboral) del Complexo Hospitalario de Ourense ante la inspección de Trabajo, por múltiples deficiencias en cuestiones de seguridad y de abandono de las instalaciones, han puesto nuevamente en evidencia el deterioro que amenaza al Hospital Santa María Nai, cedido por la Diputación provincial al Sergas hace exactamente este mes 20 años.
Puertas rotas, grietas en los zócalos exteriores, baldosines caídos o falsos techos destrozados, además de humedades en paredes y cristales descascarillados en los baños, todo ello en los sótanos del edificio, dan fe de que el viejo hospital se benefició de muy pocas mejoras desde aquella cesión. Si bien es cierto que esas mayores deficiencias están en áreas de las que prácticamente han desaparecido pruebas y consultas, sí muestran el avance del abandono.


QUEJAS

Los delegados de prevención, aunque centran sus quejas a la inspección de trabajo en cuestiones como el incumplimiento de las medidas mínimas en algunas consultas (Oftalmología) o la falta de adecuación a la normativa contra incendios, también aseguran que el abandono es patente porque, por ejemplo, a una trabajadora del Hospital se le cayó encima un carrito de los que transportan las comidas de los enfermos, al volcar debido a la aparición de un agujero en el pasillo por el que lo conducía. Cándida Pérez, una de las firmantes de la denuncia ante la inspección, aseguraba ayer que la situación del Santa María Nai es ya complicada para los propios trabajadores porque el centro no reúne las condiciones de seguridad adecuadas, sin que la gerencia del CHUO tome medidas o al menos explique por qué no se mejoran las instalaciones, teniendo en cuenta que las quejas se repiten en las reuniones periódicas del consejo de seguridad y salud. Los representantes de los trabajadores temen que el Santa María Nai pueda ser cerrado, como lo fue Toén, porque eso sí 'que los ourensanos no se lo pueden permitir', dice Pérez.

El Sergas, por su parte, dice que ya hizo propuestas de mejora a la comisión de prevención de riesgos y que hay un plan de autoprotección en materia de incendios, incluso se ha constituido un grupo de trabajo, señala, para hacer el correspondiente seguimiento.

También ayer la Plataforma pro sanidade digna clamó contra el cierre del psiquiátrico de Toén, lamentando, además, la infrautilización actual de las hermosas terrazas del Hospital de Piñor, que antes servían de solaz a los enfermos crónicos pero que ahora están prohibidas para los psiquiátricos (trasladados hace un año a este lugar) por cuestiones de seguridad.

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