ENTREVISTA

Vaquero: “La diferencia salarial no tiene por qué ser negativa”

photo_camera Alberto Vaquero, profesor de Economía aplicada en Empresariales.

En la actualidad, "las remuneraciones no se fijan en base a la productividad del trabajo", asegura Alberto Vaquero

El titular de Economía Aplicada en la Facultad de Empresariales del Campus de Ourense Alberto Vaquero considera que, si se asumiera el principio básico de que el mercado laboral es competitivo y no presenta imperfecciones, "los trabajadores recibirían una remuneración acorde con lo que aportan al proceso productivo (los empleadores seguirían contratando trabajadores hasta que el salario real fuese igual a la productividad marginal del trabajo)". En este escenario, el profesor entiende que las diferencias salariales estarían justificadas por las diferencias en productividad. "Si eres más productivo (aportas más valor al sistema), deberías cobrar más", defiende el profesor del Campus de Ourense.

Sin embargo, en nuestro actual mercado de trabajo, "las remuneraciones no se fijan en base a la productividad del trabajo", asegura Alberto Vaquero, y "pueden producirse discriminaciones laborales, tanto en términos de salarios (más o menos encubiertas), como en las condiciones laborales de los empleados o incluso en lo relativo a la promoción profesional", subraya.

El titular en Economía Aplicada de la Facultad de Empresariales considera que el hecho de que existan diferencias salariales "no tiene por que ser algo negativo". Es más, defiende que "deben existir para remunerar adecuadamente la inversión en capital humano (educación, formación, experiencia en el trabajo, peligrosidad, etc)".

Estas diferencias salariales pueden deberse al tipo de puesto de trabajo si existen diferentes condiciones o características no salariales de los puestos de trabajo (riesgo de accidente de trabajo y enfermedades profesionales, horarios, duración de contratos o ayudas sociales).

También si hay diferencias en los requerimientos de cualificación profesional; divergencias en productividad de los trabajadores o en el coste de rotación laboral: costes de formación o contratación.

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