Los resultados de las muestras de agua subterránea recogidas por los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil han descartado que el vertedero ilegal de la empresa Industrias Químicas Gallegas, ubicada en el polígono Barreiros (en San Cibrao), contaminase el río Barbaña. Sin embargo, el organismo también recogió muestras del suelo, en los que sí se determina que hubo impacto ambiental en la capa freática, donde hallaron niveles de metales pesados muy por encima de los parámetros máximos permitidos por la ley.
Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) descubrieron la fosa a mediados del mes de enero, gracias a la denuncia de un particular, en una finca propiedad de la empresa y colindante a la fábrica. En el terreno se encontraron toneladas de chatarra, derivados de pinturas y restos de barnices enterrados a varios metros bajo tierra.
Los técnicos de la consellería de Medio Ambiente también recogieron muestras sobre el terreno, que todavía se están analizando. Cuando se obtengan estos últimos resultados, el Seprona los adjuntará a su atestado para remitir a la Fiscalía de Medio Ambiente, en base a los cuales podría entablar una querella criminal contra el representante legal de Industrias Químicas Gallegas. Los productos utilizados por la empresa ya la pusieron en el punto de mira de las autoridades tiempo atrás, aunque hasta ahora nunca se le había abierto expediente.
Los técnicos de la consellería de Medio Ambiente también recogieron muestras sobre el terreno, que todavía se están analizando. Cuando se obtengan estos últimos resultados, el Seprona los adjuntará a su atestado para remitir a la Fiscalía de Medio Ambiente, en base a los cuales podría entablar una querella criminal contra el representante legal de Industrias Químicas Gallegas. Los productos utilizados por la empresa ya la pusieron en el punto de mira de las autoridades tiempo atrás, aunque hasta ahora nunca se le había abierto expediente.
