La festa dos Foros de Seixalbo volvió a reunir ayer a buen número de ourensanos en torno a una jornada donde se recordó el pleito que mantuvieron estos vecinos hace dos siglos con el Cabildo de la Catedral
Seixalbo volvió ayer hacia su historia de la manera más lúdica y solidaria posible: con una fiesta en la que, entre otros actos, tuvo lugar la entrega del Premio Freire Carril al misionero javeriano Adolfo Zon Pereira, quien lleva toda su vida dedicado a trabajar en favor de los más necesitados en el estado brasileño de Pará, con el objetivo de lograr una sociedad más justa para los habitantes de este amplio espacio de Brasil.
Organizada por la Asociación Cultural Agromadas y con la colaboración del Concello de Ourense, los vecinos participaron de manera activa en su Festa dos Foros.
Se trata, con esta celebración, de recordar la lucha que tuvo lugar entre los vecinos de la zona, en un pleito que duró veinte años entre los años 1839 y 1859, contra el Cabildo de la Catedral y el Obispo por el pago de las rentas, que les exigía 500 "moios" de vino anuales, quedando eliminados los Foros cien años antes que en el resto de Galicia.
Los vecinos de Seixalbo, que ya han convertido este encuentro en una cita ineludible, comenzaron la tarde en la Praza do Cabildo, donde pudieron participar en juegos de mesa, admirar la artesanía y disfrutar con la proyección de fotografía antigua.
Algo más tarde llegó el turno de deleitarse con buen vino en el recorrido que llevaron a cabo por viejas bodegas, cantando y escenificando. Y tras el acto más solemne y emotivo de la entrega del premio, el turno llegó para uno de los actos llamativos de esta celebración.
Los vecinos se transformaron en actores y llevaron a cabo una pequeña escenificación teatral mediante la cual se abordó y explicó el tema de los Foros, motivo central del encuentro.
La jornada finalizó con una fiesta en la que la música estuvo a cargo del grupo folk Xestreu que ofreció un concierto responsable de que nadie se quedara quieto.
