“Ir por setas al monte para vender, sin permiso del dueño, es robar"

Tomás Fernández Couto, secretario Xeral de la Consellería de Medio Rural

La Consellería de Medio Rural publicó este año una normativa, que regula el aprovechamiento micológico de los montes gallegos, cuya finalidad es "dar a conocer esta riqueza tremenda y que la aprovechen de forma adecuada los propietarios de los montes", señala Tomás Fernández Couto, secretario xeral de la Consellería de Medio Rural



¿Porqué decidieron regular el aprovechamiento micológico?

La normativa que entró en vigor este año forma parte del desarrollo de la Lei de Montes y Aprovechamientos Forestales, entre los que están, por ejemplo, la madera, las castañas, los pastos y las setas, un ámbito este último que fue cogiendo importancia en todo el territorio y tratamos de racionalizar su recolección.



¿Qué caracteriza al apartado dedicado a las setas?

En primer lugar hay que dejar una idea clara y contundente: los productos forestales son del dueño del monte, así que ir a por setas al monte para venderlas, sin autorización del dueño del terreno, es robar, sin ningún tipo de matiz. Asé, la ley, entre otros aspectos, distingue dos tipos de aprovechamiento, el del aficionado, que dedica lo que recoge al autoconsumo, y el que tiene una finalidad comercial.



¿Cómo diferencia la normativa estas dos situaciones?

Si es para autoconsumo y no hay un sistema reglado de la propiedad, no hay problema, se cogen siguiendo unas normas básicas, porque hay muchos propietarios que no hacen aprovechamiento comercial de eso. Hay que seguir unas normas básicas, como no coger más de dos kilos por persona y día, extraerlas cuidadosamente, utilizando únicamente una navaja o cuchillo, y transportarlas en un recipiente aireado y del que puedan caer las esporas al terreno mientras las transportamos.

¿Cómo se regula la recogida con fines comerciales?

Este ya sería un tema profesional, que no se puede hacer 'en negro' sino en 'A' y con la explotación adecuada. El propietario del monte tiene que comunicarlo a la Administración y debe que señalizar perfectamente la zona, de manera que si un agente forestal o de las Fuerzas de Seguridad ve a alguien cogiendo setas en esa zona, que no está perfectamente acreditado y no tiene permiso del propietario, es evidente que está robando esas setas.



¿Se están imponiendo muchas sanciones?

No tenemos aún el dato, pero sí sabemos que se están poniendo, porque esta es una norma de funcionamiento y actúa igual que la ley de pesca fluvial contra el que va a pescar y saca más peces del cupo permitido. Si además estamos ante cuadrillas de personas que rastrillan zonas arboladas y remueven todo el suelo, ya hablamos de un delito de hurto organizado. Aquí ya no se puede hacer lo que ocurría hasta ahora con mucha frecuencia, que venía gente, cogía 50 kilos de setas para poder venderlas. Es igual venir y llevarse 50 kilos de setas que el que se lleva un camión de pinos. Los está robando.

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