Los expertos en plagas aseguran que su presencia nada tiene que ver con la falta de higiene

Las chinches de las camas invaden las casas españolas

Las chinches de cama, un insecto nocturno sumamente incómodo, pues chupa la sangre humana taladrando la piel con picaduras irritantes, se mudaron a España y comienzan a invadir cada uno de sus rincones. Los profesionales de la industria del control de plagas del país, reunidos ayer en la feria 'Expocida 2010', constataron en los últimos años un aumento de hasta un 50% de los avisos por infestaciones de chinches ('cimex lectularius'), lo que indica que España no es ajena a esta incipiente pandemia de ámbito mundial.
Stephen Dogget, del Departamento de Entomología Médica del Hospital de Westmead en Sydney (Australia), explicó que el 'notable incremento' de la presencia de este insecto hemíptero, de color rojo oscuro y cuerpo muy aplastado, se debe a las resistencias que ha generado frente a los insecticidas. 'Las chinches se alojan en chabolas y prostíbulos, pero también en las casas de los ricos y en los hoteles de cinco estrellas', comentó el experto, uno de los grandes gurús del mundo de la entomología. Las chinches van de compras, y obligaron al cierre de prestigiosas tiendas de la quinta Avenida, como Victoria's Secret y Abercrombie, y también acuden puntuales al trabajo, invadiendo el histórico Empire State Building de Nueva York, recordó.


CAMBIO CLIMÁTICO

Y es que la higiene, pese a lo que se suele creer, no tiene nada que ver con la llegada de este inquilino que, debido al fenómeno de la globalización, viaja por el mundo en mercancías y maletas arropado por el cambio climático, otro factor que ayuda al resurgir de esta plaga originaria del continente asiático.

Dogget hizo hincapié en que combatir este problema pasa por reconocerlo, sin avergonzarse de ello, y subrayó que aunque las chinches no trasmiten enfermedad, los costes son 'muy elevados' por el cierre de establecimientos y ante los pleitos que interponen particulares. Además, resaltó que de nada sirve echar insecticida ante su presencia ni meter la ropa infestada en la lavadora, porque las chinches resisten y se meten por todas partes, gracias a su minúsculo cuerpo elíptico que se acomoda en cualquier rendija, en sábanas, tapicerías, rodapiés y también en los sistemas eléctricos.

En los últimos meses, trenes, hoteles, tiendas, hospitales, lavanderías, bibliotecas y otros muchos espacios habitados por el hombre requirieron la ayuda de especialistas que son los únicos capaces de erradicar a este insecto, siguiendo sus huellas y utilizando productos específicos, según donde se encuentre. Los lugares donde más infestaciones se producen son, por este orden, apartamentos, casas unifamiliares, hoteles, residencias de estudiantes, diversos medios de transporte, lavanderías, cines y teatros.

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