El 'Dragon Rapide' vuela de nuevo 73 años después del histórico viaje de Franco

Carlos Valle, junto al 'Dragon Rapide'. (Foto: Zipi)
Un avión De Havilland DH-89 ‘Dragon Rapide’, idéntico al utilizado por Francisco Franco para trasladarse de Canarias a Marruecos en el inicio de la Guerra Civil en julio de 1936, ha regresado al cielo de Madrid de mano de la Fundación Infante de Orleans (FIO) que lo ha adquirido recientemente.
El aparato, que ahora ha pasado a la colección de la FIO y que luce la matrícula G-AEML, fue fabricado en 1936 en el Reino Unido, voló durante décadas para compañías aéreas y propietarios privados e incluso recibió un impacto de artillería antiaérea durante la II Guerra Mundial.

Su último vuelo se produjo en 1971 y desde finales de los años 70 sufrió un largo y complicado proceso de restauración que acabó en 1993.

En agosto del año pasado, la Fundación Infante de Orleans adquirió el avión pero no ha sido hasta hoy cuando se ha presentado oficialmente al público en el aeródromo de Cuatro Vientos junto a otra de las ‘joyas’ de la colección de la FIO, un Polikarpov I-16 ‘Mosca’, el mejor caza republicano de la Guerra Civil.

El ‘Dragon Rapide’ más famoso de la historia de España fue otro ejemplar británico, matriculado G-ACYR, alquilado de forma secreta en Inglaterra en julio de 1936 para trasladar al general Franco desde Canarias hasta el Marruecos Español para ponerse al frente de la tropas sublevadas contra la II República.

Para no despertar sospechas en el espionaje republicano, se simuló un viaje de turismo de una familia británica evitando en todo momento aterrizar en la Península.

Este ejemplar, dado de baja en 1953, fue donado por su propietario y puede contemplarse a día en el Museo del Aire de Cuatro Vientos, aunque no está en condición de volar.

En España, este modelo fue operado por varias compañías antes y después de la Guerra Civil en las rutas entre Sevilla y Tetuán, hasta recalar finalmente en Iberia, prestando servicio en Guinea Ecuatorial hasta 1954.

Tan sólo quedan media docena de aparatos operativos en todo el mundo y se trata de una pieza muy codiciada en el mercado de aviones históricos.

El ‘Dragon Rapide’ de la FIO ha costado unas 150.000 libras -unos 220.000 eurosque han sido abonadas por el Ayuntamiento de Getafe, municipio al que se trasladará en el futuro la colección, compuesta por 36 aviones.

Pocos minutos antes de ponerse a los mandos del avión, el presidente de la FIO, Carlos Valle, ha destacado el ‘valor simbólico e histórico’ de este aparato, que tuvo un papel protagonista en el inicio de la Guerra Civil.

‘Desde hace años uno de los objetivos irrenunciables de la Fundación era recuperar un Dragon Rapide’, ha asegurado Valle que ha recordado que se trata de una pieza genuina e insustituible de los años 30, ‘una época fascinante de la aviación’.

La colección de la FIO se ampliará en los próximos meses con otro avión de esta época, un Polikarpov U-2 de fabricación soviética, modelo en el que aprendieron a volar todos los pilotos republicanos del caza ‘Mosca’, modelo también presente en el catálogo de la Fundación.

‘Se trata de otro avión fundamental para completar ese periodo histórico’, ha subrayado Valle, que se ha felicitado de que la FIO tenga ‘muchas joyas de la corona’ en sus hangares.

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