"Este domingo será muy descansado y relajado porque nos invitan mis padres a comer, y así lo celebran con todos los nietos", dijo Mar Dorrio, madre de familia numerosa.
Como es tradicional, este año el primer domingo del mes de mayo vuelve a contar con un cariz especial, el de ser el Día de la Madre, una fecha en la que la ferrolana Mar Dorrio recibirá once felicitaciones, una por cada uno de sus hijos, y ante la que se muestra "encantada" de haber formado una familia numerosa que además "ha merecido la pena".
Mar abre las puertas de su casa a Efe a unos días de celebrar la citada fecha, aunque en esta ocasión "sin el estrés", por una vez, de tener que cocinar para sus pequeños: "Este domingo será muy descansado y relajado porque nos invitan mis padres a comer, y así lo celebran con todos los nietos".
Durante la mañana, esta madre de 40 años recibirá "muchos regalos de flores y dibujos con corazones de los que han preparado en alguna de las actividades extraescolares del colegio", detalla, mientras sostiene entre sus brazos a Álvaro, el último en llegar hace solo seis meses, del que asegura que "no puede ser más bueno".
Antes que él, por sus brazos y por los de su marido, Javier Cuadrado, ya habían pasado otros diez: Carmen (17 años), Lucía (16), Jorge (14), Paula (12), Cristina (10), Ana (9), Isabel (8), Elena (7), Marta (5) y Luis (4), a pesar de que cuando contrajo matrimonio, la ferrolana le dijo a su pareja que le encantaría "tener cinco hijos".
Los Dorrio Cuadrado son una de las 153 familias en España con diez o más hijos y están también, por lo tanto, entre las 19.840 familias con cinco o más hijos, según los últimos datos registrados, en 2014, facilitados por la Asociación Galega de Familias Numerosas (Agafan).
"Ser madre es de las cosas más sorprendentes de esta vida. En Ferrol siempre ha habido familias numerosas y siempre me parecieron unas casas fascinantes. Entraba allí y me quedaba alucinada de ver aquello lleno de gente. Siempre me encantó la idea de tener una familia numerosa", admite, y además apunta que los niños "van llegando, les pones nombre y te enamoras de cada uno".
Por si alguien ve imposible la idea de criar a tantos pequeños, asegura que si le diesen once hijos de golpe no sabría "por dónde empezar", pero en este caso "lo bueno es que van llegando de uno en uno", de manera que "se van incorporando a la rutina familiar" y en cada ocasión se trata de ir adaptándose "un poquito más".
Mar quiere dejar claro que no existe una pauta común a seguir y que "lo de café con leche para todos es mentira podrida", puesto que "cada uno de ellos requiere unas cosas y tiene unas atenciones diferentes", aunque "cuando ya has operado a cuatro de apendicitis, con la quinta ya vas con menos impresión al quirófano", confiesa.
En el pasado eran mucho más habituales las familias de este estilo, con un número elevado de hijos, cuestión ésta, cree la ferrolana, por la cual hay personas que observan "con ternura, como recordando esos momentos", a los doce Cuadrado Dorrio cuando pasean juntos por la calle.
Pero indica que también hay otro tipo de miradas, las de los que los ven como "unos irresponsables y unos insensatos". "Levantamos pasiones para un lado o para el otro", zanja.
El hecho de que existan once historias de las que todavía queda mucho por escribir en una misma casa hace que alguno de los pequeños haga afirmaciones, justo antes de dormir, como la de "solo hay un hermano en mi cuarto, ¡qué miedo!", recuerda Mar, quien reitera que tener tantos hermanos "les parece normal y piensan que su vida ha merecido la pena".
Los miembros de esta familia se sientan juntos a comer en una alargada mesa con doce servicios, se divierten en un cuarto de juegos y en la sala de estar, y de noche distribuyen sus sueños en cinco habitaciones: una muy grande, en la que duermen cuatro niños y está también la cama de matrimonio, y cuatro dobles.
El despertador acostumbra sonar a las siete y media en esta casa de 90 metros cuadrados del barrio de Esteiro de Ferrol, en la que "casi todos" los hijos de Mar "ya se hacen su cama", justo antes de que se forme una "gran cola" en el aseo, en todo momento con "muchas prisas" antes de marcharse los pequeños al CEIP Isaac Peral y los cuatro mayores al IES Saturnino Montojo.
Javier, el padre de la familia, también se marcha a un centro de enseñanza por la mañana, pero en su caso se trata de la Escuela Universitaria Politécnica de Ferrol, donde ejerce como profesor, un trabajo que se traduce en "la suerte de tener un sueldo fijo", aduce la ferrolana, y añade que este salario les da la opción de "poder organizarse".
A pesar de ser una de las escasas familias numerosas en España con una decena de menores, los Cuadrado Dorrio reciben la misma aportación que las que tienen al menos cinco, enmarcadas desde ese número en la categoría especial.
Desde 2015, las familias numerosas de categoría especial, con título vigente y cotizando a la Seguridad Social, reciben a nivel estatal el cheque familiar de Hacienda, de 2.400 euros al año y además, a nivel autonómico, existe una deducción fiscal de 400 euros para las familias de la misma categoría que hagan la declaración de la renta, indican desde Agafan.
Por ello, su economía se basa en las etiquetas "sin grandes extras" y "sin viajes a Euro Disney". "El extra más insólito es el de ir a la hamburguesería una vez al mes, aprovechando todos los ahorros y las ofertas que haya. Ese es el capricho familiar", cita Mar, que este domingo recibirá al menos diez besos de felicitación y la mirada cómplice del pequeño Álvaro.
