Despedirá a los más de 2.600 trabajadores que pertenecen a la cadena ERT, que ya dejó de emitir

El Gobierno griego anuncia el cierre de la televisión pública

Trabajadores de la radiotelevisión pública de Grecia (ERT) concentrados ante la sede en Atenas. (Foto: ORESTIS PANAGIOTOU)
El Gobierno griego anunció ayer el cierre de la radiotelevisión pública (ERT) del país, según informó ayer Simos Kedikoglu, portavoz del Ejecutivo. 'ERT dejará de existir tras el cierre de la programación de esta noche. En su lugar funcionará lo antes posible un organismo público, moderno, con mucho menos personal', dijo Kedikoglu.
El portavoz anunció además que los trabajadores de ERT serán despedidos y percibirán las indemnizaciones correspondientes. Los empleados que quieran trabajar en el nuevo organismo, podrán presentar su candidatura, dijo el portavoz sin precisar cuál será el tamaño de la plantilla del futuro ente. Algunos medios locales citaban ayer a fuentes gubernamentales, según las que la nueva entidad contaría con unos 700 empleados frente a los en torno a 2.600 de la actualidad. Según el portavoz, el nuevo organismo 'empezará a funcionar lo antes posible'.

Por cada empleado considerado como excesivo en ERT, habrá nuevas contrataciones en otros sectores más necesitados de personal, como hospitales y otros servicios de la administración pública donde son necesarios, añadió el portavoz.

El nuevo ente público, ante cuya creación los asociaciones sindicales de la cadena pública comenzaron ayer diferentes encierros e hicieron llamamientos a la huelga, reforzará los servicios por satélite y las tecnologías modernas, para que sea un instrumento de promoción de Grecia y ofrezca información a los griegos en el extranjero (la mitad de los griegos viven fuera del país), dijo Kedikoglu. Mientras no se haya creado el nuevo ente público, los ciudadanos quedarán exentos del canon que vienen pagando mensualmente, contribución que, según el portavoz, se reducirá sensiblemente en el futuro.


CIERRE 'POR DECRETO'

El anuncio del cierre había estado precedido por la firma de un decreto ley que causó un revuelo tanto entre los empleados de la cadena pública, como entre los partidos políticos, incluidos los socios del primer ministro, el conservador Andonis Samarás, los socialdemócratas de Pasok y la izquierda moderada de Dimar. Pasok destacó que un Gobierno tripartito no puede actuar, como hace ahora, con decisiones unilaterales.

'ERT debe convertirse en una entidad moderna, pública y acorde con las normas europeas. Su reforma no puede hacerse suspendiendo su funcionamiento y a costa de más de 2.000 puestos de trabajo', indicó Pasok. Por su parte, para Dimar, la actitud de Samarás es un acto 'unilateral y autoritario'.

Este partido de la izquierda moderada de Grecia recalca además que 'es impensable que en un país europeo deje de funcionar una televisión pública, ni siquiera por espacio de una hora'.

Al igual que ocurre en toda la administración pública, la radiotelevisión griega sufre de un exceso de personal administrativo.

Sin embargo, y según vienen denunciando desde hace tiempo los sindicatos de medios, hay en cambio una clara escasez de periodistas y técnicos. 'ERT no es propiedad del Gobierno, es una propiedad del pueblo griego', declaró por su parte, Panos Skurletis, portavoz del principal partido de oposición e el país heleno, el grupo izquierdista Syriza.

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