El considerado hombre más longevo del mundo, el emigrante polaco Alexander Imich, falleció en Nueva York a los 111 años, después de una intensa vida en la que se había dedicado a la química y había sido presidente del Centro de Investigación de Fenómenos Anómalos de Nueva York.
Imich, nacido el 4 de febrero de 1903, murió plácidamente en una residencia de ancianos en el Upper West Side de Manhattan, y se había convertido en el hombre más viejo del mundo el 24 de abril pasado, cuando falleció el italiano Arturo Licata a los 111 años y 357 días.
Entonces, Imich dio una entrevista a la NBC y cuando le preguntaron el secreto de su longevidad, contestó con humor: "Simplemente no morirme".
De familia judía, se exilió en Estados Unidos en 1952 después de haber abandonado su país con su esposa en 1939, cuando los nazis invadieron Polonia, y haber pasado por campos de trabajo de la antigua Unión Soviética.
Doctorado en zoología se convirtió en un eminente parapsicólogo. Tras su muerte, el japonés Sakari Momoi, , se convierte en el hombre más vivo del mundo.
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