El mundo de la música despide a Augusto Algeró

Capilla ardiente de Algueró, en la sede de la SGAE. (Foto: KOTÉ RODRIGO)
Un piano sobre el que descansa una rosa blanca presidió la capilla ardiente del compositor Augusto Algueró, que a mediodía de ayer quedó abierta al público en la sede de la Sociedad General de Autores (SGAE) en Madrid. Los restos mortales de Algueró, fallecido el domingo a los 76 años en Torremolinos (Málaga), y que hoy serán incinerados a las 09,15 horas en el cementerio madrileño de La Almudena, llegaron a las 11,40 horas al Palacio de Longoria, sede de la SGAE, que durante todo el día mantuvo abiertas sus puertas al público para desperdirse del compositor.
Nacha Benito, casada con Algueró desde hace 28 años, y Carmen Sevilla, que fue su mujer desde 1961 hasta 1974, permanecieron toda la mañana junto a los restos mortales del compositor, en la capilla ardiente. Desde el mediodía en que abrieron las puertas de la sala Manuel de Falla donde se encuentra instalado el féretro, las dos mujeres junto a Augusto Algueró hijo recibieron a los representantes del mundo de la música y las artes que se acercaron a despedir a 'un maestro'.

Nacha Benito recordó que de Algueró le había enamorado todo: 'lo caballero que era, lo cariñoso, lo educado, su arte y su persona' y emocionada señaló que sobre las cuatro de la madrugada del domingo el compositor se despertó indispuesto y le dijo: 'Nachita me encuentro mal. Dame un beso, te quiero'. 'Se quedó en mis brazos', agregó la viuda quien destacó la amistad que le une a la primera esposa de Algueró, Carmen Sevilla, que, muy afectada, afirmó que adoraba a su ex marido.

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