El rey retomó con ganas sus compromisos profesionales y en tan solo una semana, tuvo seis audiencias. En una de las cuatroq ue tuvo ayer, pudo sobreponerse a un tropiezo gracias a que los reflejos de los generales que lo acompañaban lograron impedir una caída que podría haber tenido nefastas consecuencias para él tras permanecer mucho tiempo de pie y llevar muletas.
Tras los saludos de rigor, el monarca se dirigía hacia los generales de División y vicealmirantes a los que recibió, pero al darse la vuelta para ponerse frente a los fotógrafos perdió el equilibrio. En ese momento los militares que lo flanqueaban, rápidos de reflejos y sin dejar de mirar al frente, lo agarraron por debajo de los brazos y evitaron su caída.
