CASI MUERE

Reconoce que no quiso identificar a su expareja por miedo tras ser apuñalada en el metro

La víctima de maltrato manifestó entonces a la Policía que había sido un ladrón que le había intentado quitar el bolso

Una víctima de violencia de género ha relatado en el juicio que no quiso identificar a su expareja por miedo a represalias después de que éste le asestara tres puñaladas de gravedad cuando se disponía a entrar en el metro, manifestando entonces que se trataba de alguien que la intentaba robar el bolso.


Sin biombo y a pocos metros de su presunto agresor, la mujer no ha querido ofrecer muchos datos del grave ataque que sufrió la madrugada del 10 de octubre de 2013 cuando se dirigía al metro para ir a su trabajo.

Tras la práctica de la prueba, el fiscal ha mantenido su solicitud de condena de 13 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa, con la agravante mixta de parentesco. El procesado no ha querido declarar.

En su declaración, la víctima ha relatado que mantuvo una relación con José Luis S.P. durante un año y medio, apuntando que le denunció ante la Policía en una ocasión por una pelea en la que éste le agredió y le llegó a morder. "Me amenazó con un cuchillo y me dijo: me voy a matar y te voy a matar", ha recordado, reconociendo que aún le tiene miedo.

Varios agentes han manifestado que tras recibir un aviso acudieron a la casa de la actual pareja, donde la mujer se refugió tras ser agredida. "Había un reguero de sangre por toda la calle y por las escaleras. Las heridas eran graves", ha manifestado uno de los agentes, que ha contado que entonces la mujer les comentó que el agresor había sido una persona que la quiso robar el bolso.

Los policías que acudieron al Hospital Doce de Octubre después de que la mujer fuera operada de urgencias han explicado que ésta les reconoció que su expareja había sido el autor de las puñaladas. "No quería decir que era él pro miedo porque le había agredido con anterioridad", ha dicho uno de los agentes.

HECHOS JUZGADOS

Según el fiscal, el acusado mantuvo con la víctima una relación de pareja durante un año y medio. Poco antes de la agresión, la mujer le comunicó su intención de romper la relación, algo que este no aceptaba.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 10 de octubre de 2013 cuando la víctima se dirigía al metro para acudir a su trabajo. Tras abordarla por la espalda, le propinó tres puñaladas en el costado al tiempo que la sujetaba del cuello con el brazo izquierdo.

A consecuencia de la agresión, sufrió múltiples lesiones graves, lo que le provocó un shock hipovolémico y desgarro de la vena cava que casi acabaron con su vida.
 

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