Crece el interés por adquirir viviendas en la Ribeira Sacra

En el último año se vendieron más de 100 en Nogueira, Trives, Manzaneda, Parada, Esgos y Caldelas

El interés por la adquisición de casas en la Ribeira Sacra se ha disparado en el último año, con la venta de más de 100 inmuebles en los municipios pertenecientes a la provincia de Ourense (111, exactamente: 17 en Parada de Sil, 28 en Nogueira de Ramuín, 15 en Castro Caldelas, 15 en Esgos y 9 en Manzaneda), según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

Un crecimiento constatado por los regidores de las villas que, como Sara Inés Vega, alcaldesa de Castro Caldelas, aprecian “un goteo casi diario de petición de licencias de obra en el Consistorio”.

Se trata de “segundas viviendas, pero también de viviendas en propiedad”, señala la regidora, que aporta un dato que ejemplifica este aumento del interés: “Es la primera vez en 50 años que hemos crecido en población”. Otro dato: “Hace 10 años no teníamos ninguna casa vacacional en el concello, hoy contamos con 55”.

Aquilino Domínguez, alcalde de Parada de Sil, señala que “hay un interés creciente en instalarse en el concello. Aquí hay trabajo, pero tenemos falta de inmuebles para que esa gente se quede; en ese sentido, estamos a punto de rematar cinco viviendas para poner en alquiler que estarán listas a final de año, y a las que se unirán otras dos en breve”.

Según los datos de Fegein, el ayuntamiento de Parada de Sil es el más demandado por clientes de la Comunidad de Madrid, seguido de Castro Caldelas, Nogueira de Ramuin y A Pobra de Trives.

En estos momentos, según el informe de los agentes inmobiliarios, hay más de 800 casas en venta en la Ribeira Sacra (entre las provincias de Lugo y Ourense), a un
precio medio de 450 euros el metro cuadrado. De estas casas en venta 160 están en la zona de la Ribeira Sacra en Ourense. Y un dato importante: el 42% de las casas en el circuito de comercialización en venta necesitan ser rehabilitadas.

Desde Fegein hacen especial hincapié en este aspecto y recuerdan que “en Galicia, el reparto de los fondos europeos queda distribuido en 81 millones de euros para rehabilitación, de los cuales Ourense debe aprovechar lo máximo”.

En este sentido, señalan que “los ayuntamientos van tener que afrontar un gran volumen de licencias para reformas y de rehabilitación en los próximos meses y no nos podemos permitir que la gestión de los proyectos quede colapsada, y no se puedan cerrar los expedientes”. Recuerdan que si no se cierran los proyectos de rehabilitación se tendrán que devolver las ayudas europeas. Piden, por tanto, “más suelo urbanizable y agilidad de las licencias con ventanillas únicas de tramitación”.

Recuerdan que, “a diferencia de otros países, el crecimiento que vive el sector inmobiliario en Portugal no es por la construcción de viviendas nuevas, sino por la rehabilitación”. Y apuntan que solo el 19% de las casas vendidas en 2021 son nuevas, el resto son rehabilitaciones y reformas con tiempos de espera medio de una licencia urbanística en Portugal que oscilan entre un mes y dos meses a lo sumo, mientras que el tiempo de espera de una licencia municipal de obras en el conjunto de Galicia supera los 14 meses. Por esta razón, piden a las instituciones que ayuden a una agilización de los trámites.

Toni compró casa en Trives harto de vivir en la ciudad

El joven de 38 años apostó por la vida en esta zona de la Ribeira Sacra. “Ya hace tiempo que quería venir a vivir aquí, esto es otra calidad de vida”, explica Toni Álvarez, quien vive en su casa materna en A Encomenda, en Trives, pero ya ha comprado su propia vivienda en esa misma aldea.

“Me gustan mucho los perros y la naturaleza, así que definitivamente es mi sitio, además, hace unos meses he encontrado trabajo en Aluminios Real da Pousa y estoy en donde quiero”, añade el joven catalán.  “He conocido a mucha gente y estoy la mar de a gusto, así que me he animado a coger esta vivienda”. Toni Álvarez está mirando ahora qué tipo de ayudas puede tener para arreglarla. “Me da mucha pena que los pueblos mueran”.

Toni Álvarez en su casa en Trives.
Toni Álvarez en su casa en Trives.

La arquitecta Verónica reside en una aldea trivesa

Verónica Fernández, de 28 años, tiene familia en tierras trivesas y, tras salir de su país con el resto de su familia y aterrizar en Barcelona hace unos cinco años, no cerró sus puertas a trabajar en el rural. “Mi abuela era de aquí y aunque nosotros buscamos una capital para tener todos trabajo, sí que es verdad que a mí no me importaría trabajar en arquitectura aquí, algo que veía difícil, pero sorprendentemente lo he encontrado en una empresa de la zona”.

La joven venezolana reside desde hace medio año en su casa de San Lorenzo, en Trives. “Esto no es como hace años, tengo internet y todo lo que necesito para trabajar. Lo único que sí veo que falta es más transporte”. Verónica está comenzando a arreglar su casa ella misma.

Verónica Fernández en Trives.
Verónica Fernández en Trives.

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