Música, juegos y comida fueron los protagonistas de la especial jornada que se vivió en la residencia de San Xoán de Río, gestionada por la Fundación San Rosendo. Allí, los niños y niñas que participan en el campamento estival del municipio se acercaron hasta la residencia de mayores para vivir juntos un día en el que ambos colectivos disfrutaron de la riqueza intergeneracional y de las experiencias compartidas entre grandes y pequeños.
Fue un día muy emocionante para todos. Los mayores se contagiaron de la energía de los más jóvenes, que aprovechan al máximo las últimas semanas antes de la vuelta al colegio. Y los pequeños disfrutaron de la experiencia y el cariño de sus vecinos más veteranos.
No faltó en la actividad una charanga para animar la jornada con música de fiesta que animó a los participantes a bailar y cantar. Un día muy especial que todos están deseando que se repita pronto.
