Desde las dos cofradías de A Pobra de Trives trasladaban el deseo de tener un Vía Crucis “de importancia, como su iglesia merecía” a los responsables del templo y daban su apoyo a la iniciativa. “Hasta el momento tenía uno, pero eran meras láminas y nos parecía que aquí debía haber uno mayor y más relevante ayudando así a sumar y conservar el patrimonio de la iglesia” explican Luis y Berardo Araujo, directivos de la cofradía del Santo Cristo.
Con la idea en mente, la Cofradía del Santo Cristo, la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y el propio obispado de Astorga afrontaban el gasto de esta nueva aportación a la iglesia trivesa.
Los directivos de estas hermandades encargaban la creación de las 14 estaciones a una empresa gallega y estas se realizaron finalmente en Valencia. “Nosotros lo encargamos a una empresa de Lugo y esta a su vez lo mandaba hacer a Valencia, en un lugar que elabora de forma manual estas obras desde 1880”, añade Luis Araujo.
Las obras, de creación única, son de madera y pasta cartón y lucen en las paredes del templo desde hace un mes.
Los presidentes de cada una de las cofradías, Alejandro Moure y Berardo Araujo, explican la importancia de estas hermandades, que cuentan con alrededor de 200 miembros cada una. “Miramos en qué podemos ayudar, ahora tenemos pendiente la restauración de varias imágenes que lo necesitan”, manifiesta Berardo Araujo. “Está agrietado y hasta le faltan ya algunos dedos”, añade Alejandro Moure, presidente de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, mientras explican ambos presidentes que su nuevo proyecto es poder restaurar las imágenes de la Verónica, el San Juan y sobre todo el Santo Cristo, una de las imágenes más veneradas en esta iglesia debido a que se dice que “es llegado de Tierra Santa”. Apuntaron pequeñas obras que se realizaron en la iglesia como cubrir humedades o mejorar la iluminación y el sonido. Recientemente, a las dos hermandades el Vaticano les otorgaba la categoría de “cofradía”.
